30

2.9K 422 128
                                    

CRY

Felix era una caja de sorpresas. La forma tímida de mirar, como sus mejillas se encienden y aparta su vista avergonzado cada vez que hace o dice algo fuera de lo normal.
Sin embargo, ahora tiene sus ojitos llorosos, con las mejillas rosadas sentado en la alfombra. Me mira suplicante, como si deseara con todas sus fuerzas ser tocado por mi.

El hecho de que ahora mismo ha dicho que lo folle me ponía los pelos de punta. Su voz salió tan baja, casi inaudible pero entendible.

Él quería hacerlo.

Y no lo negaré, me moría de ganas de tocarlo.

La ropa esta por todas partes de la habitación, se deja caer de espaldas hacia la cama, muerde uno de sus dedos y observa como me desvisto frente a él.
De forma tímida desliza una de sus manos por mi pecho.

Carajo.

¿Realmente haremos esto?.

Él abre sus piernas para mi, dejándome paso entre ellas y comprendo casi al instante lo mojado que está.

Eso se ve encantador.

Sus piernas tiemblan al igual que todo su cuerpo cuando me dejo caer sobre él, sin embargo, sostengo mi peso sobre mis codos. Su nariz roza la mía, su aliento es brusco, torpe, como si se estuviera obligando a calmarla.

Paso una de mis manos por su pecho y la deslizo hacia bajo, deteniendome en su bajo vientre.

—¿Seguro que quieres esto?.

—Más que nada.

Sus labios me besan, de forma tímida pero intensa, mi lengua se adentra en su boca, disfrutando de todo lo que el chico tiene para ofrecer, sus lindos jadeos.

Me alejo de él para ahora deslizar mi caliente lengua por su cuello, humedeciendolo y saboreando su dulce piel con sabor a vainilla.
Sus pequeños dedos se presionan con fuerza en mi antebrazo.

Estoy tan duro.

¿Puedes sentirlo?.

ah~. —Su voz tiembla, baja su mano hacia mi cadera, obligándome a continuar mis movimientos sobre él.

Eso es un si.

Claro que puedes sentirme.

Su cuerpo desnudo es fascinante, disfruto de cada parte de él, mordiendo mientras mis manos se encargan de no dejar ni una sola zona sin recorrer.

—¡ah!.

Humedezco uno de mis dedos antes de adentrarlo en su interior, su espalda se arquea, su cabello se mueve con brusquedad y sus labios se entreabren.

Precioso.

ha, ¡más rápido!.

Pasa sus brazos alrededor de mi cuello, atrayendome a él. Vuelve a besarme, su cuerpo tiembla y jadea sobre mis labios de forma brusca.

Está tan mojado.

Tan apretado.

Tan caliente.

Sus ojos vuelven a verme en cuanto se aparta, de forma avergonzada se cubre el rostro con sus manos mientras la mía se encarga de ir más rápido.

—Mírate. —me atrevo a decir. —¿Estas listo para recibirme?.

Aparta un poco su mano, me mira unos cortos segundos y aparta nuevamente su vista asintiendo con su cabeza.

Dios.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora