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SI O NO

—¿Saben por qué los reunimos aquí, verdad?.

Changbin apoya sus manos sobre la mesa, llamando la atención de Lee Minho y Han Jisung. Ambos están sentados frente a nosotros, Minho se mantiene serio como casi siempre, esta tranquilo, vestido completamente de negro y dejando a la vista sus nudillos tatuados.

Por otro lado está Jisung, sentado con sus piernas dobladas a tal punto que sus rodillas se tocan pero sus tobillos no, muerde sus uñas nervioso y sus ojos van y vienen de forma ansiosa.

—¡Habla de una vez!. —Exclama el menor y noto como los ojos de Minho se cierran de repente.

—No grites, es molesto.—se queja.

—¡Molesto es este silencio!.

—No grites. —Insiste.

—¡Es una tortu...!

Minho se ha inclinado sobre él, tomando de forma brusca el cuello de su camisa, lo acomoda de forma bruta, moviendo el cuerpo de Jisung de adelante para atrás, apretandolo un poco en sus manos.

Jisung se ha quedado en silencio, reteniendo su respiración ante la cercanía del chico, sin embargo, a pesar de todos los intentos que hace Minho por intimidarlo, lo cierto es que puedo notar como Jisung esta encantado con el simple hecho de tenerlo frente a él.

Minho finalmente se aleja y hace sonar su cuello de un lado a otro, Jisung solo lo observa con sus ojos brillosos y ese rubor en sus mejillas regordetas.

—Ve al punto. —pide Minho y Changbin se deja de rodeos.

—Queremos que sean los padrinos de nuestro bebé.

Hay un largo silencio entre nosotros. Me remuevo nervioso, sintiendo la mano de Changbin apretarme el muslo.

—¿Hablas en serio?. —Pregunta Minho enarcando una ceja.

—Muy en serio.

Lleva una mano a su rostro, refregando sus ojos e intentando ocultar una de sus sonrisas, pero al fin y al cabo está ahí, mostrando sus dientes en una enorme sonrisa de felicidad.
Finalmente se pone de pie y envuelve a Changbin en un fuerte abrazo mientras Jisung y yo nos miramos las caras.

—¿Seré padrino de tu bebé?. —Pregunta incrédulo. —¿Yo?, ¿Han Jisung?.

—Pues no veo a otro Han Jisung por aquí.

—Ni a otro amigo. —Dice divertido y se pone de pie para finalmente abrazarme.—Gracias Fefito.

—Podemos acordar horarios. —Minho acomoda su ropa. —Tu lo tienes una semana y yo la otra.

—Me parece bien. —responde Jisung.

Changbin y yo solo los miramos.

—Oigan, nosotros somos los padres, ¿que día se quedaría con nosotros?.

—Los fines de semana, obvio.

Minho suelta una pequeña risa ante la respuesta de Jisung.

—El niño ni siquiera ha nacido aún y ya están peleando por qué días les toca. —Pongo mis ojos en blanco. Intento no sonreír cuando Minho pasa uno de sus brazos por encima de los hombros de Jisung, acercando sus cuerpos y provocando que Jisung se tambalee un poco.

—No nos culpes, queremos ser los mejores padrinos del mundo. —Responde. —¿No es así, Hannie?.

Se ha girado a verle, su nariz roza la suya, su mirada es seductora, todo él lo es, así que no es de esperarse que Jisung tartamudee ante sus ojos.

—S-si.

—Creo que ellos podrían ser una linda pareja

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—Creo que ellos podrían ser una linda pareja. —Me dejo caer en el sofá, llamando la atención de mi novio.

Mi novio.

Que bien se escucha.

—¿De quien estamos hablando?.

—De Minho y Jisung.

Una risa se escapa de sus labios de forma sarcástica y luego niega repetidas veces con su cabeza.

—No, imposible.

—¿Por qué no?.

—¿Tu has visto lo que son esos dos?. —señala la puerta, como si ellos estuvieran ahí afuera. —Minho casi asesina a Jisung por el simple hecho de elevar la voz y Jisung, dios, ni siquiera sé que decir de él, es tan tonto... -.

—¡Oye!, estas hablando de mi mejor amigo.

—También es el mio. —suspira. —Jisung es como un niño, acaba de estrellar su auto con uno estacionado otra vez hace apenas unos días. Jisung es demasiado ansioso y a Minho le gusta tener todo bajo control, es demasiado serio y...

—Y tal vez los dos se necesitan mutuamente.

Changbin enarca una de sus cejas.

—No, definitivamente no. Ellos no están hechos para estar juntos.

—Ah, ¿y nosotros sí?.

—¡Es distinto!.

Suelto una sonora risa, dejándome caer en el sofá por completo.

—¿Qué es distinto?, cuando nos conocimos yo ni siquiera hablaba, tú eres un boxeador bruto y yo un bailarin de ballet, es exactamente lo mismo que pasa con Minho y Jisung.

—Si bueno, pero ellos no tuvieron sexo salvaje el día que se conocieron, eso nos hace distintos.

—¡Changbin!.

—Y ahora tendremos un bebé.

Camina hacia mi, se recuesta encima mía sin la necesidad de aplastarme. Levanta un poco mi prenda superior y deja que sus labios rozen mi vientre.

—Hola chiquitín. —murmura. —¿Tú que crees?, ¿Tío Jisung y Tío Minho podrían tener química?.

Un escalofrío me recorre cuando la piel de mi vientre se estira por unos mini segundos. Se ha movido.

—Eso es un sí. —digo con orgullo.

—No, ha sido un no.

—¡¿Y tú como lo sabes?!.

—Yo conozco a mi hijo.

—Yo soy el que lo lleva, eso ha sido un sí.

Doy un brinco, sintiendo sus labios subir por mi barriga mientras una de sus manos se desliza por mi pecho.

—No.

—Bueno. —Se sienta en el sofá, con una enorme sonrisa en sus labios sabiendo el poder que tiene en mi.

Mi respiración se ha agitado y solo me ha tocado unos segundos.

Son las hormonas.

y él definitivamente no ayuda.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora