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Se aparta, de forma rápida y muy confundido mientras yo sigo sintiendo sus labios sobre los míos. Ha sido una sensación increíble, como si mi cuerpo lo extrañara aunque solo hemos tenido sexo una vez.

—¡E-esto está mal!. —Exclama, sus manos tiemblan y sus ojos no me miran.—¡Pe-perdón!, estas ebrio y yo... yo estoy aprovechandome otra vez.

¿Otra vez?.

Sus ojos se han llenado de lágrimas, los limpia con el puño de sus mangas mientras vuelve a lamentarse.

¿Él...?.

¿Por qué dijo otra vez?.

—Felix tú también estabas ebrio la última vez, los dos somos culpables, ¿okey?, no llores, ven aquí.

Tiembla, se acurruca en mi pecho pero no deja de llorar, es como un niño pequeño, asustado intentando arreglar las cosas que él no rompió.
Es demasiado bonito para mis ojos.

—¡M-me siento muy culpable!. —Llora.

—¿Por qué?.

Estoy más relajado, escuchando sus sollozos entre mis brazos.

—P-porque desde que estoy aquí lo único en lo que pienso es que, que... que quiero estar todo el tiempo contigo. —Su tono de voz es bajo, casi como si no quisiera ser escuchado. —E-eres tan bueno conmigo. Pe-pero yo tengo fantasías contigo Changbin y no... no sé qué hacer con eso po-porque tu-tu...

Ha guardado silencio, tal vez notando que ha hablado de más y que no estoy diciendo nada al respecto. Me halaga saber que él tiene otras intenciones conmigo.

Así que él quiere esto tanto como yo.

Lindo.

—Cuéntame más.

Felix niega con su cabeza.

—Vamos, quiero escuchar sobre eso. —Acaricio su cabello, él aún sigue escondido en mi pecho. —Si me dices, entonces yo puedo contarte sobre las mías.

—¿Tú -...?

—Por favor Felix, ¿me has visto?, ¿crees que no he fantaseado contigo?.

Una risita nerviosa se le escapa, me relaja aún más saber que ha dejado de llorar y que hora parece más tranquilo.

—No voy a contarte de eso, es vergonzoso. —Se aparta de mi, con la mirada en el piso. —Iré a la cama...

No me opongo, ambos sabemos que es lo mejor, probablemente mañana ambos ignoraremos el hecho de que nos hemos besado. Pero entonces Felix se detiene en la puerta de la habitación, con sus ojos brillosos mirándome y esas mejillas sonrojadas que indican que dirá algo fuera de lo común.

—¿Vienes?.

¡¿Q-qué?!.

—S-solo dormiremos, ya no me gusta verte dormir en el sofá, parece incómodo.

Y lo es.

Me limito a caminar en su dirección pasando por su lado y quitándome la parte superior de mi ropa mientras le lanzo sin más a mi cama. Él va hacia el baño de la habitación, donde se toma su tiempo de cambiarse y peinarse antes de irse a la cama mientras que yo solo me he quitado la ropa y ya.

La cama tiene su olor.

Vainilla.

Froto mi cara contra la almohada, sintiendo mis ojos pesados y viendo como la habitación se ilumina una vez más por la luz del baño. Ni siquiera tengo tiempo de apreciar a Felix, porque mi cuerpo sigue enviando alertas de que me quedaré dormido en cualquier momento.

Y así fue.

Me remuevo incómodo, deteniendome casi al instante en que recuerdo la noche anterior

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Me remuevo incómodo, deteniendome casi al instante en que recuerdo la noche anterior. Felix esta pegado a mi, con una de sus piernas por encima de las mías y los brazos alrededor de mi cuerpo. Balbucea cosas sin sentido que me hacen verlo aún más tierno de lo que ya es.

Este niño...

Un poco de su pijama se ha levantado, dejando a la vista poca piel de su vientre. Pongo una de mis manos ahí, nada ocurre, él no hace nada más que seguir durmiendo.

Nuestro bebé está aquí...

Tan pequeño que el vientre de Felix apenas si está abultado.

¿Será niño o niña?.

¿Se parecerá a él?.

¡Dios mio!, ojitos redonditos y castaños con las mejillas cubierta de pecas.

Moriré de amor ahora mismo.

—Hm.

Oculto mi emoción, viendo como el pequeño pecoso se ha movido y sus ojos se abrieron casi al instante. Se tensa, seguramente preguntándose como hemos llegado a esto.
Se aparta con cuidado, probablemente no se ha dado cuenta de que ya estoy despierto.

Veo como baja su vista a su vientre, mi mano aún sigue ahí y es entonces que levanta su mirada hacia mí.
El tomate no es tan rojo comparado al tono que ha tomado su rostro al verme.

—¡Y-yo...!

—¿Dormiste bien?. —Me apresuro a preguntar.

Abre su boca y asiente con su cabeza.

—¿Estabas teniendo una conversación con el bebé?. —Pregunta de forma curiosa, se sienta en la cama y yo hago lo mismo.

—No, estaba imaginando como sería.

Abre sus ojos, levantando un poco sus cejas y desviando la mirada a su vientre.

—¿Cómo crees que será?.

—Me gustaría que fuera igualito a ti.

Felix hace una mueca.

¿Hmm?.

—No, sería tímido y estúpido, no quiero que él...

—No te digas así, tú no eres estúpido.

—Me gustaría que fuera como tú. —Murmura. —Caminando con frente en alto, bonito y cacheton. ¿lo imaginas, Binnie?, sería muy lindo.

Sus ojos se ven tan lindos con ese brillo.

Ilusionado y amoroso.

Estoy tan perdido en él...

—Ya quiero conocerlo. —dice tímido.

Hay una cálida sensación en mi pecho, él está tan perdido con las manitos en su vientre que ni siquiera se da cuenta de cómo lo estoy mirando.

Felix...

... es mi futuro.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora