A DANCE IN THE RING// CHANGLIX

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Mis ojos se abren de forma pesada, intento descifrar donde estoy, ¿que ha pasado?, ¿qué es este lugar?.

Changbin esta sentado a mi lado, con sus manos entrelazadas y apoyadas sobre su boca, tiene los ojos cerrados y mueve su pierna de forma inquieta.

Me quejo un poco intentando llamar su atención y fácilmente lo consigo. Se pone de pie en cuanto me oye y varias lágrimas se escapan de sus lindos ojos.

¿Qué pasa?

¿Por qué llora?

-No recuerdo mucho...-susurro. Sus manos me acarician el cabello con cuidado antes de dejar un profundo beso en mi frente.

-Lo hiciste muy bien.-dice.- Te desmayaste por el dolor pero todo ha salido bien.

¿De qué está...?

Me incorporo de forma brusca, un fuerte dolor invade por completo mi cuerpo, el vacío es notorio y pronto comienzo a temblar.

-¿Dónde esta?

-Le están haciendo varias pruebas para comprobar que todo este bien. La conocerás en un rato.

Me aferro a su brazo, apretando su piel con mis dedos en un intento de hacerle sentir mi nerviosismo.

-Bin.

Sus ojos me miran, ha estado llorando mucho tiempo, esta feliz.

-Bin, nuestra niña no tiene nombre.

Siento el pánico en mi cuerpo.

-Demonios, no lo hemos pensado...-dice- ¿que estuvimos haciendo todo este tiempo?

Sexo.

compras.

peleas.

cenas familiares.

más sexo.

-Quien sabe...-alargo.-¿Qué haremos?

-Puedes decidirlo tú cuando la veas.

No podía imaginarla. ¿Es parecida a Binnie?, ¿o tal vez a mi?

La puerta se abre de par en par, la enfermera me sonríe mientras se adentra a la habitación cargando un pequeño bulto en sus brazos.

Mi hija.

Mis manos tiemblan a tal punto que no estoy seguro de si pueda cargarla. Pero aún así la mujer deja a la niña en mis brazos y se retira diciendo que todo ha salido más que bien.

No me atrevo a verla, tengo mis ojos sobre Binnie quien contiene sus ganas de llorar.
Finalmente desvío mis ojos a ella. Esta cubierta con una manta con lindo estampado, su cabecita está al descubierto dejando a la vista algo de su corto cabello castaño. Tiene los ojitos cerrados, largas pestañas negras y una naricita que me hacen temblar una vez más.

-Es hermosa...-Mi voz se rompe. Sus manitos son tan pequeñas que temo lastimadas si las toco.-¿Has visto Binnie?

Él limpia sus ojos.

-Es nuestra niña...

Se revueme un poco, su ceño se frunce y mis ojos se iluminan en el momento en que ella abre los suyos. Parpadea de forma lenta y pausada.

Sus lindos ojos son un color castaño claro. Mueve su pequeña boca hacia un lado de tal forma que un bonito hoyuelo aparece en su mejilla derecha.

-Mira Binnie...-deslizo uno de mis dedos con cuidado por la mejilla de la bebe.- Tiene un hoyuelo como tú.