38

2.9K 382 105
                                    


Hay un extraño sentimiento en mi interior, no sé qué hacer, solo me limito a observar al chico mientras siento mis piernas temblar.

—Creí que correrías a mis brazos o algo así. —dice él, volviendo a comer de mí yogurt. —Pero creo que no soy bienvenido aquí.

Changbin suelta un suspiro, dejando las bolsas a un lado.

—Eres bienvenido, Jeongin. —Dice y tengo que voltear a verlo porque realmente no entiendo esta situación.
El castaño sonríe, triunfante. Luego le doy un vistazo a su muy bien formado cuerpo y debo de decir...

Que es espectacular y estoy celoso.

Changbin camina varios pasos, tranquilo, termina por abrazarlo y el tal Jeongin le corresponde al instante, cerrando sus ojos y disfrutando del agarre de mi novio sobre su piel.

Los dedos de Bin se aferran a su pequeña cintura y mi corazón se acelera.

Demonios no quiero decir esto.

Pero que sexy es ver esto.

—¿Él es Felix, cierto?. —Parpadeo sorprendido, Jeongin camina hacia mí en cuanto Changbin le da la afirmación. —¡Mírate!, ¡Changbin ha hablado mucho de ti!, ¡que pequeño eres!.

Pero...

¡¿Quién demonios es este sujeto?!.

¡¿Y por qué se pasea por toda la casa casi desnudo?!.

Doy un ligero brinco en mi lugar al sentir sus frías manos en mi vientre, se ha inclinado para sonreír en esa dirección.

—Hola pequeñín, soy tu tío Jeongin. ¿puedes oírme desde ahí adentro?.

—Oye, creo que estas tocando demasiado. —Changbin lo toma del brazo para jalar de él y apartarlo. —Lo siento, Felix, él es Jeongin, somos primos.

Ouh...

Ah.

—Míralo, esta sorprendido.—dice Bin. —Seguramente estaba preparando alguna escena de celos.

—¡Oye!. —exclamo.—Yo no soy así.

Jeongin suelta una risa, una muy linda risa.

—Jeongin y yo somos compañeros de ring también, entrenamos juntos y todo eso, pero el niño decidió irse de vacaciones.

—Me voy unos meses y cuando vuelvo ya vas a tener un bebé, es que no puedo dejarte solo un minuto. —Niega divertido. —Es un placer conocerte al fin, Felix.

—Igualmente.

Su sonrisa es tan encantadora que no puedo evitar sonrojarme ante él.
Changbin frunce el ceño.

—Deja de sonreír, vas a robarme mi novio.

—No seas estúpido. —le doy un empujón, tomando nuevamente las bolsas de la entrada y llevándolas a la cocina.

—Déjame hacer eso. —Changbin intenta detenerme pero ya las he cargado. —Demonios Felix, podrías lastimarte.

—Todo esta bien, no te preocupes.

Escucho a Binnie decirle a su primo que puede sentirse como en casa a pesar de que ya ha dejado claro que se siente así. Unos minutos después escuchamos la tv encenderse y comprendemos que se ha puesto cómodo en el sofá.

Yo, por otro lado, comienzo a sacar cosas de la bolsa mientras las manos de Changbin me sujetan de las caderas, pegando su cuerpo al mío mientras deja cortos besos en mi cuello.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora