NADA DE NADA
Los nervios me envolvían cada vez que recordaba lo desesperado que estaba Changbin por encontrarme. Había vendido mi casa hace días atrás cuando aún vivíamos juntos, decidí que podía invertir ese dinero en algo para nuestro bebé, pero las cosas habían cambiado.
Compré un apartamento a último momento, ni siquiera me detuve a pensarlo. No tenía donde quedarme, mis padres no me querrían de vuelta y no me gustaba la idea de invadir a mi único amigo.
Jisung seguramente no hubiera tenido problema, pero su boca es tan grande que probablemente Changbin me hubiera encontrado ese mismo día.
Los días pasaban lento desde que la soledad volvió a rodearme. Me limitaba a comer y bañarme, también distraía mi cabeza limpiando toda la casa y luego volvía a tomar asiento en el sofá frente al enorme ventanal.Podía permanecer mirando las luces de los edificios por horas, pero nunca le prestaba atención, ya que mi cabeza solo pensaba en otras cosas.
El celular no había dejado de sonar, siendo sincero había pensado en arrojarlo a la basura o por la ventana, pero si a alguien le diera en la cabeza entonces sería un problema para mi.Minho también ha estado llamando, por lo que también es un tanto difícil permanecer lejos suyo. Jeongin, por otro lado, es el único que sabe donde me encuentro, sé y confío plenamente en que no les dirá mi paradero, también me ayudaba con las compras y de cierta forma, se volvió cálido permanecer a su lado.
—Está desesperado. —Dice y me limito a encogerme de hombros.—Felix, no sé qué pasó entre ustedes pero él... realmente no lo está pasando bien.
Oh vaya.
Mi corazón se ha detenido.
¿Por qué?, ¿por qué tengo que ser tan empatico?.
—Entonces quédate junto a él. —Respondo en un susurro. —No lo dejes solo, seguramente te necesi...
—No, te necesita a ti. —Sus dedos me toman por la muñeca. —Changbin necesita a su familia, tú eres su... -.
—Ni siquiera lo intentes. —Me aparto casi al instante. —No iré corriendo a él , n-no... no iré a verle, porque me conozco y sé que a la primera que diga algo bonito yo correré a sus brazos ¡y no puedo permitirme eso!.
—Esta bien, esta bien, relájate. —Respiro una y otra vez, sus manos se aferran a las mías con confianza. —¿Mejor?.
—Solo quiero mantenerme lejos.
—Lo entiendo. —Jeongin sonríe de una forma que me genera calidez. —Pero no puedes apartar a ese niño de su padre, Fefito, piénsalo, los hijos no tienen que pagar los errores de los adultos.
Eso...
... Eso lo sé...
Demonios.
—T-tengo algo para Bin. —Mis manos tiemblan. Camino en busca de ese sobre, lo muevo en mis manos antes de entregárselo a Jeongin. —Por favor, necesito que se lo des en mano.
—Es del hospital. —Jeongin frunce su ceño. —Esta sellado, ¿no vas a abrirlo?.
Niego rápidamente, haciendo una pequeña mueca con mis labios.
—Eso es de Changbin.
El chico lo observa unos segundos, lee la letra pequeña una y otra vez, es el nombre del doctor y efectivamente también está el nombre de Changbin ahí. Sé que aunque la curiosidad lo esté consumiendo, no sería capaz de abrirlo antes que Bin.
—Me matará cuando sepa que sé donde estas escondido.
—Él no podría matar a nadie...
Enarca una ceja.
—¡Tú no conoces el lado malvado de ese... ¡Cerdo-conejo!. —Exclama. —¡Va a matarme!.
—No lo hará.
La brisa se adentra por la ventana, no es fría, de hecho es todo lo contrario, anuncia la llegada de una nueva estación. La primavera.La cama se ha vuelto más comoda desde hace una hora, mi cuerpo no se ha movido ni un poco, quizás por lo cansado que me encuentro. Mis ojos pesan a tal punto de que ni siquiera puedo mantenerme despierto.
Las luces a mi alrededor parecen dar vueltas y por más que quiero ponerme de pie, mi cuerpo no reacciona.
Yo...
... No creo estar respirando bien...
Tomo el celular, marcando el primer número en el registro de llamadas.
—¡Aló!. —Incluso puedo imaginarlo sonriendo. —¿Me necesitas, chiquibaby?.
—Innie. —Susurro y la línea queda en un inmenso silencio que comienza a torturarme. —No-no me siento bien... -
—¡¿De que hablas?!, ¡¿Felix?!, voy en camino, dame un segundo, no encuentro las... —Hay un grito. —¡Demonios!, ¡estoy saliendo!,¿donde estas?, ¿En tu casa?, ¿tú...? ¡¿Felix?!.
—Hm
—No cuelgues, por favor, ¿algo te duele?.
No siento...
... nada...
—No... no siento mi cuerpo...
—¡Carajo!, puta madre y todas las monjas de mierda, ¡lo siento, lo siento!, no quiero insultar a las monjas, pero...¡¿Sigues ahí?!.
—Yo...—No tengo fuerzas en mi cuerpo, ni siquiera... —Ni siquiera puedo respirar bien...
—¡Felix!.
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A DANCE IN THE RING// CHANGLIX
FanficFelix ama bailar, Changbin le gusta regalar golpes en el ring. Ambos son reyes en sus respectivos lugares. Sin embargo, una noche la vida de ambos cambia por completo, un pequeño descuido los lleva a experimentar algo nuevo. Personalidades distintas...