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Antojo.

—Bien, entonces saldré de la práctica y pasaré por ti.

—Ya te dije que no es necesario... —Mi tono de voz sale bajo mientras lo veo conducir. Lleva un traje negro que a mi parecer parece costoso, incluso se ha puesto unos lentes de sol.

Este hombre sabe que es atractivo.

—No voy a dejar que recojas tus cosas solo, ya te dije, iré por ti e iremos a buscar tus cosas, ¿lo entendiste o lo escribo en un papel?.

Me mantengo en silencio, viendo como es que claramente no está jugando con todo esto, su forma de hablar es agresiva la mayor parte del tiempo. Asiento con mi cabeza rápidamente, no quiero molestarlo.

Una de sus manos acaricia mi cabello en cuanto nos estacionamos. Sus ojos y los míos se conectan por lo que parece ser una eternidad, puedo sentir el calor subir hacia mis mejillas, seguramente en estos momentos parezco un tomate andante.

—G-gracias por traerme.

—Volveré por ti. —Una linda sonrisa se dibuja en sus labios y tengo que contenerme de no sonreír también. —Espérame, ¿si?.

Vuelvo a asentir, me da un ligero apretón en la mejilla y seguido se baja para abrir mi puerta.

Dios.

Este hombre...

Me abstengo de decirle a Jisung lo que está ocurriendo últimamente en mi vida

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Me abstengo de decirle a Jisung lo que está ocurriendo últimamente en mi vida. Sé que Changbin dijo que hablaría con él y sinceramente espero que eso ocurra pronto.

Acomodo vacías cosas de la casa, aprovecho a ventilar el lugar gracias al cálido día. Y luego me detengo en seco en medio de la sala.

Malditos mareos.

Me recuesto unos segundos en el sofá frente al ventanal. La tarde está cayendo, seguramente Changbin llegará dentro de una hora, o quien sabe, realmente no conozco del todo sus horarios.

Cierro mis ojos unos segundos, intentando relajar mi cuerpo sobre el gran almohadón que Jisung se ha encargado de comprar para mí. No puedo culparlo, es bastante cómodo.

Entonces vuelvo a abrir mis ojos, el sol está escondiéndose. Mi corazón late con fuerza viendo el corpulento cuerpo delante de mi, me incorporo enseguida pero mi cabeza da vueltas en ese mismo instante y vuelvo a caer sobre la almohada.

—¿Estas bien?. —Changbin se pone de cuclillas, posa una de sus manos sobre rostro y quita los mechones de cabello que se atraviesan. —¿Estabas descansando?.

—¿Qué hora es?.

—No te preocupes, llegue hace diez minutos. —Mi corazón vuelve a acelerarse ante su sonrisa. —¿Aún quieres ir por tus cosas?.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora