52

2.4K 389 116
                                    

Dulce

Me mira como si me tuviera miedo y realmente no puedo culparla. Tiembla y busca las palabras correctas para dirigirse a mi.

—Quiero verlo.—murmura.—a mi hijo.

Me hago a un lado, su fuerte perfume caro me da náuseas, no se asemeja en nada al dulce aroma a vainilla de mi chiquito.
La señora se adentra en nuestra casa, observa el lugar con sumo cuidado y finamente encuentra a Felix en el sofá, volvió por su yogurt.

—Felix ...

El nombrado levanta su vista, sus cálidos ojos se enfrían al encontrarla en medio de nuestra sala.

—¿Qué haces aquí?.

—Vine a disculparme.—susurra.

Estoy a punto de cerrar la puerta cuando otra persona se adentra a la casa. Me mira unos segundos antes de sonreír y ofrecer su mano en forma de saludo.

—Lee, soy el padre de Felix.

Mi cuerpo se pone rígido. Es como estar viendo un calco de él a pesar de que Felix definitivamente es un conjunto de los dos. Pero el parecido con su padre es tanto que me pregunto si se verá igual en un futuro.

—Seo Changbin, soy su...

—Prometido y padre de mi nieto. Te conozco bien.— Vuelve a sonreír y sinceramente no sé cómo sentirme al respecto.
Me limito a cerrar la puerta y mantenerme no solo callado, también quieto.

Felix se pone de pie, observando a sus padres con molestia.

—Como tu madre a dicho.—comienza diciendo el señor Lee. —Viene a pedir disculpas.

—¿Viene? —Felix deja de lado su yogurt. —¿y tú no?.

—Yo apenas me estoy enterando que tendrás un bebé.

Felix levanta sus cejas sorprendido y ciertamente yo también. Su madre se encoge en su lugar, sea cual sea la razón por la que no ha dicho nada no importa, Felix esta molesto.

—Encontré tus primeras ecografias y me emocioné.

—Bruja. —Feliz murmura con molestia.

—Queremos ser parte de la vida de ese niño, tu madre cometió un error que evidentemente no perdonaremos tan fácil. —Su padre camina de forma lenta hacia mí novio. —...pero Felix...

—No me sacaran de aquí.

—Nadie ha dicho eso. —El señor Lee se gira para verme sobre su hombro y regresa a su hijo —Tu estas bien aquí, ¿verdad?, estas feliz y nada te falta, creo que...

—¿No estas molesto?. —Los ojitos de Felix se vuelven aguados. —Mamá dijo que... -

—Oh cariño. —su padre extiende sus brazos hacia él, estrecha el pequeño cuerpo de su hijo que ahora carga con un bebé de ocho meses. — No estoy molesto, eres un adulto, tarde o temprano este día llegaría y si tú estás bien con eso, nosotros también...

—¡Por favor, perdóname! —Exclama su madre. —¡Por favor, por favor!.

—Voy a pensarlo. —Felix limpia sus lágrimas. —Tus palabras fueron muy hirientes, y también fuiste muy grosera frente a Binnie, no creo que...

—¡Perdóname, Binnie, lamento todo esto!.

Retrocedo unos pasos pero ella me sujeta de la ropa mientras miles de lágrimas salen de sus ojos. Tanto Felix como su padre se miran cansados.

—¡Suelta al chico, mujer! —el señor Lee la sujeta de la cintura para apartarla de mi. — Esto no es algo que se perdona tan fácil. Dijiste que Felix se había ido de casa porque estaba cansado de su aburrida vida, aún estoy pensando en si debo perdonarte o no.

—Pe-pero...

—Nos vamos, estos chicos necesitan tranquilidad y claramente ha sido demasiado por hoy para ellos. —El hombre abrazan una vez más a su hijo.

Estoy a punto de estrechar su mano cuando él mismo me atrae hacia él para abrazarme de forma cálida. Veo a Felix sonreír a lo lejos y quizás eso me tranquiliza.

—Tienes a mi tesoro en tus manos. —Susurra. —por favor, cuídalo mucho.

—Lo cuidare. —respondo. — porque ahora son dos, y es mucho más valioso para mi.

Me sonríe nuevamente de forma calida mientras la señora sigue llorando y suplicando por perdón pero su esposo se la lleva convenciendola de que le conseguirá helado de regreso a su casa.

—Eso fue... —me rasco la nuca. —... intenso.

—Fue inesperado. —Felix rodea sus brazos por mi cuello. —¿Qué te dijo papá?.

—Nada. —Apoyo mi frente sobre la suya. — Solo comprendí el enorme tesoro que tengo en mis manos.

Baja su vista a su vientre donde se encuentran mis manos.
Felix vuelve a sonreír.

—Te amo Binnie.

—Dilo una vez más.

—No, voy a terminar mi yogurt.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora