Capítulo 2: La paz que no duro

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Han pasado seis meses desde la muerte de Joker.

Y han pasado seis meses desde que alguien vio a Batman.

Aunque no recuperaron el cadáver, la noticia de la muerte del Joker se difundió instantáneamente y la ciudad se preparó para la inevitable lucha violenta y sangrienta por el poder que surgiría del inframundo de Gotham. Las cosas estuvieron tranquilas durante una semana, mientras que los principales mafiosos de la ciudad se prepararon para la guerra, desde las familias criminales Maroni y Sionis hasta Penguin. Se corrió la voz de que las armas del mercado negro se compraban al por mayor, y las ventas y compras de drogas se detuvieron por temor a que las demás facciones enemigas quemaran sus suministros.

Y mientras la ciudad se preparaba para la guerra, hubo un zumbido de pánico debajo del comportamiento del Departamento de Policía de Gotham City porque durante esa semana, a pesar de que la Batiseñal brilló sobre el recinto central durante los siete días, Batman no apareció ni una vez.

Sin embargo, la guerra para la que tanto policías como criminales se estaban preparando nunca sucedió.

En el séptimo día, Thomas y Tad Trigger, mejor conocidos como "The Trigger Twins", llegaron a la ciudad desde su lugar habitual de Bludhaven y después de que mataron al guardia de seguridad frente al First Bank of Gotham, su robo se convirtió en una situación de rehenes. Los civiles más allá de la barricada policial afuera se pusieron cada vez más nerviosos a medida que avanzaba la noche. La gente dentro del banco estaba en peligro y Batman no estaba a la vista.

Y cuando llegó la fecha límite de medianoche impuesta por "The Trigger Twins" y Tad Trigger se movió para ejecutar a un rehén a la vista de la policía y los mirones más allá de la ventana central, Thomas y Tad recibieron disparos en la cabeza por francotiradores del GCPD desde la azotea del edificio de enfrente, que era una panadería artesanal.

Si bien esto podría no haber sido noticia de primera plana en ninguna ciudad fuera de Gotham, las muertes de Thomas y Tad Trigger enviaron ondas de choque inmediatas y duraderas en todo el inframundo criminal de Gotham City que vestía disfraces chillones y nombres ridículos. Inmediatamente fue evidente que los ciudadanos promedio y respetuosos de la ley de Gotham City no eran los únicos a quienes Batman mantenía a salvo, y ahora que se había ido, realmente eran como cualquier otro criminal en un pueblo que no tenía un superhéroe que lo cuidara.

Se había dicho que los criminales eran un grupo cobarde y supersticioso, y aunque los acontecimientos que se desarrollaban no podían hablar con los segundos, ciertamente sí hablaron con los primeros. Los supercriminales de Gotham eran malos y estaban sedientos de sangre, pero el meollo del asunto era que no querían morir. De hecho, Penguin acepto un trato con el FBI y paso a ser un informante protegido por los federales, mientras que Roman Sionis aka Black Mask fue delatado por sus propios socios y fue arrestado al instante bajo cargos de tráfico de drogas, conspiración y varios asesinatos (aunque por lo que más se le acuso realmente fue por evasión de impuestos).

Los intentos de fuga en la Penitenciaría Blackgate parecieron cesar de la noche a la mañana. El resto de la multitud de reos mantuvo la cabeza gacha y cumplieron su condena para poder matricularse de nuevo en la vida civil.

Otro criminal conocido como Bane se retiró a su escondite de Santa Prisca para intentar establecerse ahí.

Harley Quinn fue puesta en custodia de Amanda Waller (otra vez) y regreso a su doctorado en psiquiatría para trabajar dentro de las paredes de Belle Reve, permitiéndole análisis complementarios a sus compañeros de equipo a cambio de unas tardes conyugales con Deadshot.

Otros villanos como Poison Ivy, Riddler, Scarecrow o Man-Bat estaban desaparecidos después de sus derrotas provocadas por Batman años atrás. Entre menos aparecieran mejor.

Mitchell May también conocido como "El rey de los condimentos", tras su última salida de Arkham se unió al personal de cocina de Dini's; un merendero del centro de la ciudad (donde por cierto Selina Kyle trabajo de mesera en su adolescencia) y gracias a sus salsas, llevo a sus platillos a nuevos estándares. Los críticos gastronómicos de Gotham habían reconocido que su trabajo ayudó a elevar la calificación Michelin de Dini's en una estrella.

Y Jenna Duffy, también conocida como "Magpie" consiguió su propia sección en HGTV donde rifaba autos en el horario de la madrugada.

Otro criminal conocido que pasaría el resto de su vida en las cuatro paredes de Blackgate era el ex fiscal del distrito conocido como Harvey "Dos Caras" Dent, que gracias al asesinato de "Los Flying Grayson's", Bruce Wayne se aseguró que todo el peso de la ley cayera sobre él y a pesar de sus fugas continuas, una cadena perpetua siempre le esperaría en prisión.

Lo que nadie quería decir era que seis meses después ya no existía el crimen convencional en Gotham. Los comentaristas culturales y académicos que afirmaron que los supervillanos de la ciudad eran reflejos oscuros de Batman, y que desaparecerían si él lo hiciera, demostraron tener razón aunque no de la manera que se imaginó antes.

Batman se había ido y el GCPD resolvió su primera crisis posterior a Batman con dos balas. Y una vez que tuvieron ese martillo, todo empezó a parecer clavos.

El número de tiroteos relacionados con oficiales aumentaron hasta que superaron incluso sus números anteriores a la primera aparición de Batman, pero así de la nada todos se calmaron.

Ahora los criminales se la pensaban dos veces antes de hacer algo malo, pues si antes le daba miedo el ser golpeados por Batman o por sus compañeros, ahora les daba miedo ser abatidos por la policía. Incluso hubo un reportaje en el "Gotham Gazzete" por parte de Vicki Vale, que postulaba que todo lo que necesita la ciudad para desprenderse de la ola de violencia era la propia desaparición de Batman.

Y así sucedió.

Fueron seis meses de paz en los que Gotham próspero y la ola de delincuencia que siempre los había azotado ahora pasaría solo a ser un mal recuerdo.

Y sin embargo, la gente seguía teniendo miedo ya no solo a una delincuencia apacible que podía resurgir en cualquier momento, si no ahora también a una fuerza policial que no dudaría en usar la fuerza bruta y una puntería letal ante cualquier disturbio.

En medio de protestas y una asombrosa falta de fe de los ciudadanos de un área metropolitana en la fuerza policial que juró protegerlos, Gotham City se encontraba en un cálido día de Julio seis meses después de la muerte de Joker ...

Batman: La Broma FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora