Capítulo 23: Tuve dos años bastante buenos

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En las calles de Gotham, el silencio de la noche fue interrumpido por el Batmóvil. Batman y Nightwing iban en dirección hacia el cuartel general de la policía y aumentaron su velocidad. Una vez que el vehículo estuvo en rango visual, redujo la velocidad y Batman finalmente estacionó el Batmóvil en un callejón cercano.

Al salir del vehículo, Batman configuró el sistema de defensa de seguridad y ambos usaron sus pistolas de agarre para ascender al techo del cuartel general de la policía. Cuando aterrizaron en el techo, Batman caminó hacia la señal de murciélago.

-¿Jim? – pregunto Batman –

-Tal vez es otra maldita trampa – dijo Nightwing –

-No creo. Jim no se prestaría a eso, y este edificio es el último lugar al que los criminales de Gotham se acercarían.

Batman miró a su alrededor y no vio a nadie. Mientras escaneaba la azotea, escuchó un chirrido agudo. Se dio la vuelta y vio un guante negro raspando la superficie de la señal de murciélago. Siguió el guante hasta la cara del reflector y vio una figura en la sombra que yacía en la parte superior.

-Hola Bruce, ¿me extrañaste? – Batman inmediatamente reconoció la voz –

-Esto no es un juguete, Catwoman – dijo Batman con severidad, mientras Dick sacaba sus bastones eléctricos y se ponía en posición de ataque – Nightwing, alto – se dirigió a Dick alzando su mano para que no atacara –

-Veo que trajiste a tu chaperón. Tranquilo, Chico Maravilla – Selina se dirigía a Nightwing – No soy una amenaza.

-Más te vale – respondió Nightwing mientras guardaba sus bastones –

-¿De qué otra manera puedo ponerme en contacto con ustedes? Cambiaste tu número y de seguro no podre sacar cita con tu secretaria a las dos de la madrugada – dijo Catwoman con una sonrisa burlona –

-No respondiste a mi pregunta – contesto Batman –

-Oh, olvide que siempre eres tan serio – Catwoman caminó hacia él, pero el tono juguetón desapareció – No estoy muy segura de cómo será esto y me duele decirlo, pero... necesito su ayuda.

Batman agarró el interruptor de la señal de murciélago y lo apagó.

-¿Qué quieres decir con que necesitas nuestra ayuda? En caso de que hayas olvidado, eres una criminal y deberíamos arrestarte y ponerte bajo custodia – dijo Nightwing –

-Créeme, las últimas personas a las que quiero pedirles ayuda es a ustedes – respondió Catwoman – ¿Pueden dejar el acto de policía por un segundo y escucharme... por favor?

-Está bien... – Batman pudo ver la sinceridad en su rostro –

-Batman... ese dispositivo que me acabas de quitar... digamos que mi cliente estaba un poco...

-¿Tu cliente? – Batman interrumpió –

-¿Qué, pensaste que acabo de volví a ser Catwoman porque soy una especie de cleptómana? Por favor, dame un poco más de crédito por eso – se burló Catwoman – Pero... – volviendo a su tono serio – Esto es diferente. Involucré a alguien más y es completamente inocente.

-¿Qué quieres decir con que alguien más está involucrado? ¿Qué pasó? – Preguntó Nightwing –

Catwoman miró hacia abajo y se dio cuenta de que decir la verdad era más difícil de lo que pensaba. Pensaba mucho en Maggie; encerrada en algún sótano sucio en alguna parte, asustada por su vida... y era culpa de Catwoman. Selina se mordió el labio y se obligó a continuar.

-Se llevaron... a Mag... Maggie – Ella contuvo las lágrimas diciendo eso –

***

Una semana antes...

Batman: La Broma FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora