Capítulo 29: Problemas en Chinatown

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Casi unos veinte minutos después, Batman y Catwoman llegaron a la ubicación en Chinatown. Observaron el lugar desde el otro lado de la calle. Tenía más forma de torre, emulando el aspecto de la arquitectura feudal china. Podían ver a dos guardias en la entrada principal, ambos armados y con réplicas de la máscara con forma de cráneo de Roman Sionis.

A través de su "Detective Vision", Batman pudo ver a más guardias patrullando los pasillos y escaleras hasta la torre. Sin embargo, no tantos como corresponderían a un poderoso señor del crimen.

-Oracle, consígueme los planos completos de este edificio. Y trata de encontrar quién se lo vendió a Sionis – Batman escuchó el rápido golpeteo de las teclas antes de que Barbara hablara –

-Sorpresa, sorpresa, no hay esquemas completos disponibles. Quién le vendió esto... parece que tiene un sótano oculto o algo así. Probablemente ahí es donde Black Mask tiene información sobre Penguin, si es que tiene alguna.

Batman le hizo un gesto a Catwoman y los dos se separaron.

Batman tomó el frente, deslizándose fácilmente junto a los dos guardias y eliminándolos uno tras otro con un par de golpes fulminantes en la nuca. La planta baja tampoco iba a ser un problema; podía ver a cinco matones, todos armados, y Catwoman se abría paso a través de las salidas de aire, colocándose en la posición perfecta para un ataque rápido.

-Cat, no hagas tu movimiento hasta que yo lo haga – dijo Batman por el comunicador. A través de su "Detective Visión", miró a uno de los guardias que se dirigía lentamente hacia la puerta. Sería la manera perfecta de hacer una entrada – Solo unos pocos pasos más...

***

Charlie estaba sudando detrás de la máscara de plástico negro, pero no podía quitársela. Órdenes del jefe por alguna razón. Claro, el jefe estaba en el laboratorio subterráneo, pero Charlie siempre tenía la impresión de que Sionis los estaba mirando a todos.

Ayer le había gritado a Donnie por robar parte del suministro de droga y golpeó su cabeza contra una pared hasta que le abrió el cráneo. Nunca supo si Donnie robó algo o el jefe estaba jodidamente paranoico, pero Charlie decidió no correr ningún riesgo.

Se movió inquieto, apretando el gatillo de su arma. Estaba estacionado en la planta baja por la tarde presente, junto con otros cuatro matones de bajo nivel con máscaras de plástico.

Estaba junto a Garth (el único hombre cuyo nombre real conocía) y cada uno de ellos estaba parado en cada lado de la pared falsa que ocultaba la entrada al laboratorio subterráneo debajo del edificio. Les pagaban extra por ocupar ese puesto, lo que Garth supuso que sería agradable.

-Escuché que arrestaron a Penguin – dijo Garth mientras le pasaba un cigarrillo a Charlie –

-¿Cuando pasó? – respondió Charlie dándole una calada –

-Ayer en la noche. Phil entró orinando sus pantalones y fue con el jefe – Garth señalo a la pared falsa – Si fuera inteligente, no habría ido allí. Que Cobblepot haya sido atrapado no hará feliz a Sionis.

-¿Y cuando es feliz el jefe? – dijo Charlie, riéndose –

-Cuando contrata a una prostituta y le pone alguna mascara fetichista – Garth puso cara de asqueado – No entiendo su obsesión con estas porquerías – Garth se encogió de hombros –

-¿Cómo encontraron a Penguin?

-Phil estaba diciendo algo sobre Batman – contesto Garth de mala gana –

-¿Batman? – las cejas de Charlie se alzaron – No me jodas. Dicen que volvió como toda una bestia. Mi primo es guardia de seguridad en Blackgate y dice que al policía que mato a la madre soltera... ¿Cómo se llama?

Batman: La Broma FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora