Batman: La Broma Final

Capítulo 12: Deathstroke

¿Cuánto tiempo llevamos haciendo esto?

Tú y tu pequeño grupo de adolescentes...

Creo que la primera vez que me encontré con uno de ustedes, fue tu primer protegido... "Nightwing". Al principio me sorprendió que un niño me causara tantos problemas, y mucho más que supiera defenderse. Entonces era él y un equipo de niños como él, y comencé a preguntarme... ¿de dónde vinieron todos?

Luego me enteré de ti y tuve curiosidad sobre cómo era pelear contra un hombre. ¿Quién puede entrenar soldados así?

Así que me involucré. Tal vez fue mi error, un cálculo excesivo de mi parte.

Sin embargo... cuando tú y yo intercambiamos golpes, no sabía del todo lo que estaba pasando. El asesino de mayor rango en el mundo temido y respetado, capaz de utilizar más del 90% de su cerebro... fue superado por Batman. Me ganaste limpiamente, y no necesitabas mejoras para hacerlo. Siendo el hombre que soy, mi ego recibió uno o dos golpes, pero luego pensé en ti interponiéndote en mi camino y me sentí insultado. Analice tus golpes y tus movimientos, y me di cuenta de que ya había luchado contra ti.

En los Himalayas, en la Liga de Asesinos. Eras ese alumno que Ra's Al Ghul adoraba tanto... ese al que llamaban Kuffash. El que se llevó mi ojo.

Ese fui yo, Al Manhi... aquel al que derrotaste y humillaste frente a La Cabeza del Demonio.

Fue un escupitajo en la cara saber que el hombre que me derroto pasa su tiempo persiguiendo a un tipo mal maquillado y que pasó demasiado tiempo en el circo, o besuqueándose con alguna ladronzuela a la que le gustan demasiado los gatos... así que por primera vez... entre tú y yo... esto no se trata de dinero... quiero verte destrozado... quiero verte sacrificado, y tengo que ser yo quien lo haga.

Tuve suerte un par de veces, tuve mala suerte otro par. Pero nada cambió. Cada vez que peleábamos nada cambiaba, y yo nunca pude saber quién eras.

¿Que eres? ¿No eres humano? ¿Las necesidades de la naturaleza humana básica de ser lo mejor se aplican bastante bien a ti? Y si es así... ¿por qué? ¿Qué te empujó a ser el mejor? ¿Por qué seguir luchando si el resultado no importaba? Lo descarté como un sentido de heroísmo fuera de lugar. No estaba satisfecho... pero lo dejé pasar... entonces tuviste el descaro de cagarte en mi cara de nuevo. Pero esta vez... se tu nombre: Bruce.

Así que adelante, enciérrenme... si no eres tú, será Waller y si no es ella será Luthor. Hay una larga lista de nombres... al final la gente siempre necesitara a otras personas muertas... y ahí es donde entro yo... porque cuando nadie más puede... yo sí... y no me detendré...

¿Puedes creer esto... Bruce?

Voy por ti.

***

Cuando el humo se disipó, Nightwing vio que Deathstroke estaba casi resplandeciente con su armadura de titanio bicolor. Dos espadas se extendían desde su espalda hasta sus mangos en su nuca. Su traje gris y anaranjado hacía que lo que debía ser un cuerpo ordinariamente musculoso resultara absolutamente intimidante, y Nightwing notó que estaba... ensangrentando.

Deathstroke había entrado en una subasta de armas robadas poblada por cincuenta personas, rodeadas de armamento de primera línea junto con las armas pequeñas que pudieron ocultar en sus ropas, y todo lo que lograron hacer fue hacerle cosquillas. Slade Wilson masacró a cada uno de ellos.

-No planeaste encontrarte conmigo, ¿verdad? – preguntó Deathstroke –

-¿Planear? – Nightwing preguntó – ¿Yo? No, debes estar pensando en otra persona. Yo improviso.