Capítulo 15: Como ropa hecha de avispas

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Wonder Woman quería pizza.

Hace años, cuando Batman y Zatanna salvaron a Io de las garras de Circe en Gotham, y Wonder Woman vino a recogerla, Batman descubrió que las amazonas (aun cuando estaban fuera de su isla natal de Themiscyra) estaban sujetas a las mismas leyes de la hambre y sed que todos los demás. Bruce decidió que era hora de presentarles a Io y a Diana la mejor pizza de Gotham City.

D'Artagnan's era un establecimiento modesto en el East End, dirigido por un tipo llamado Phil que había escuchado el nombre "Artagnan" en una película de Los Tres mosqueteros y pensó que sonaba genial. El local era amplio pero íntimo, el ambiente oscuro pero acogedor, y el olor a ajo era pesado.

Las dos amazonas eran vegetarianas y a petición de Bruce, él (con su ropa de civil), Diana, Zatanna e Io compartieron una gran pizza con setas y jalapeños.

Io pensó que era demasiado picante.

Diana se enamoró.

Así que Bruce decidió que cada vez que Diana pasara por Gotham, Bruce la llevaría de regreso a D'Artagnan's por una pizza de hongos y jalapeños.

Y ahí fue donde cenaron esa misma noche, recién llegados de su encuentro posterior al ataque del Iceberg en lo alto de la Galería de Arte McInerny, excepto por una breve parada en el hotel en el que se hospedaba Diana, para poder volver a ponerse su atuendo de civil.

Su cabello estaba en una coleta suelta, colgando sobre su hombro derecho. Llevaba una sudadera con la capucha roja levantada sobre su cabeza.

Al igual que llevaba puesta una camiseta gris con el logo de Batman.

El tema en ese momento era su atuendo, pero no la sudadera con capucha, ni la camiseta, ni los calcetines New Balances blancos que ella pensaba eran cómodos.

No. Fueron los pantalones cortos de llevaba.

-Lo que me asombra de este mundo... – dijo Diana, limpiándose los labios del último bocado de pizza que tomó – Es que la ropa diseñada para mujeres tienen pocos bolsillos, lo que las obliga a comprar bolsos completamente caros que tienen que llevar sobre sus hombros.

Bruce miró a su alrededor al interior vacío de D'Artagnan's, antes de voltear hacia Diana y decir:

-Le hice a Batgirl su primer cinturón de herramientas... así que, ya sabes, yo no me ajusto a los estándares.

Diana sacó algo de uno de los bolsillos de sus pantalones por debajo de la mesa y se lo tendió a Bruce.

-¿Ves esto? – preguntó Diana –

Bruce lo vio. Dick tenía un trozo de plástico similar en un llavero cuando era más joven. Bruce creía que el lo llamaba "Tamagotchi".

-Ni siquiera sé qué es esto – dijo Diana – Le compré esto a un vendedor ambulante en Nueva York, a una cuadra de donde compre estos pantalones. Es posible que Cyborg necesite algunos circuitos extras para desarmar una bomba, y esto podría salvar una vida.

Bruce tuvo dificultades para darse cuenta de cuándo Diana estaba bromeando con él, así que sonrió para jugar con las probabilidades. Ella le devolvió la sonrisa, tomó otro bocado de su pizza y un sorbo de su té helado para acompañarlo.

Diana lo miró fijamente.

-Te arriesgaste al invitarme aquí.

-¿A la ciudad, o al local de D'Artagnan?

-La ciudad... ¿Sabes por qué? – preguntó Diana –

-Ilumíname.

Diana tomó ahora su turno para escanear el interior vacío del restaurante, antes de volver a mirar a Bruce.

Batman: La Broma FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora