Capítulo 25: La mascota de Oswald Cobblepot

30 8 27
                                    

-Ya casi tenemos acorralado al maldito – declaro Nightwing al saltar un edificio y caer sobre sus pies casi a la par de Batman – Me gustaría borrarle la sonrisa al bastardo de Crane cuando lo atrapemos.

-Resérvame el primer golpe. Debí de haberme asegurado de que estuviera muerto – recalco Batman al ver sobre sus pies para evitar tropezar mientras corría por la azotea. Esto confundió a Nightwing, ya que la regla era "supuestamente" No Matar –

-Creí que no cruzabas esa línea Bruce – respondió Dick –

-Para serte sincero... ya no sé qué es peor. Vámonos – Batman y Nightwing saltaron del tejado, dirigiéndose a su objetivo –

Los hallazgos de Oracle los llevaron a un almacén en el barrio del East End. El Dúo Dinámico miró hacia abajo a través de una ventana en la azotea, y no se sorprendieron al encontrar a Oswald Cobblepot (tan gordo, chaparro y ruidoso como recordaban) supervisando lo que parecían ser decenas de cajas de drogas. Batman y Nightwing activaron la "Detective Vision" de sus gafas especiales mientras tomaban posiciones en la ventana.

-¿Qué sacaría a Cobblepot de una cómoda jubilación? – Nightwing se preguntó – ¿Qué lo arrastraría de regreso a la vida?

-¿Que nos arrastró de regreso? – Batman preguntó con ironía. Nightwing sonrió – Tiene todo el apoyo del FBI, pero cuando les mostremos las evidencias...

-Adiós a su trato con los federales – Dick capto la idea – ¿qué tal si lo sacamos a rastras mientras esperamos a que Gordon llegue? – Nightwing hizo crujir sus nudillos. Sacó sus bastones eléctricos y los encendió – ¿Listo, viejo?

Al principio Batman no respondió, preguntándose si Dick se estaba burlando de él. Pero luego pensó en la expresión del rostro de Cobblepot cuando aterrizaran chocando como algo salido del infierno y sonrió.

Bruce no pudo evitar sonreír.

-Hazme un favor – dijo Nightwing mientras ambos se preparaban para saltar – No sonrías cuando tienes la máscara puesta. Es espeluznante.

La expresión del rostro de Cobblepot era tan buena como Bruce pensó que sería. El sonido de cristales rotos asustó a todos en el edificio, haciendo que algunos dejaran caer sus cajas. Cobblepot miró hacia arriba y su boca se abrió.

-No puede ser... – casi gritó Penguin – ¡NO! ¡Esto no puede estar pasando!

Batman aterrizó espalda con espalda con Nightwing e inmediatamente asumieron posturas de batalla.

-Se acabó el show – dijo Nightwing y se abalanzó, inmovilizando inmediatamente a Cobblepot en el suelo –

El edificio estalló en disparos y Batman se vio obligado a esconderse detrás de una cubierta. Encendió su "Detective Vision" y vio a cuatro matones armados en los balcones superiores.

Todos estaban enfocados en Nightwing, que estaba dando vueltas y saltando. Era una vieja técnica de distracción que se utilizó en varias ocasiones. Robín provocaba una escena y Batman se hacía cargo de los matones. Bruce consideró hacerlo rápido; noquearlos a todos con un Batarang o congelarlos con una granada de hielo. Pero Batman sentía que la adrenalina corría por sus venas y quería más.

Noqueo a los dos primeros en silencio, uno tras otro en la pasarela chocándoles las cabezas. Luego sacó su pistola lanza cables y apuntó directamente al hombre frente a él. El matón solo tuvo tiempo de poner una cara de terror antes de que la Bat-garra se ensartara en su hombro y Batman lo echara de la pasarela. El otro hombre le disparó a ciegas; el fuego de la ametralladora rasgó el aire a su alrededor. Batman se volteó, giró y saltó para evitar el fuego; cada movimiento lo acercaba un poco más al pistolero. Finalmente, con un último giro, golpeó con fuerza con la rodilla la cabeza del hombre y lo tumbó boca abajo en el suelo, fracturándole el cráneo.

Batman: La Broma FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora