Five

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Luego de que Jimin terminara de comer, ambos se encontraban en el dormitorio de Jungkook, el castaño se encontraba cambiando el cubrecama ya que Jimin le había confesado que había retirado y ensuciado el anterior.

Jimin lo observaba con curiosidad en el centro del cuarto, Jungkook le extendió una de las almohadas para que le ayudara a sostenerlo mientras terminaba de arreglar la cama, el pelinegro lo aceptó al instante abrazando el material suave, su rostro se enterró en busca del aroma que tanto amaba y su colita se agitó suavemente, no se permitió cerrar los ojos ya que quería estar pendiente de los movimientos de su amo.

‑¡Ya está!-dijo Jungkook observando el cubrecama de ahora color azul claro ajustada completamente sobre su cama, se giró hacia Jimin extendiendo su mano para que el híbrido le diera la almohada.

Lentamente se la regresó sintiendo la falta de aroma, sus orejitas se agacharon al instante, pero no dejó que le afectara completamente, se acercó a Jungkook para abrazarle y poder estar cerca de nuevo de su aroma favorito.

-Amo, lo siento otra vez por lo de la otra sabana. -murmuró contra el pecho del más alto.

Jimin se dio cuenta que el cuerpo de Jungkook se tensó en el momento en el que empezó a hablar pareciendo incomodo, pero aun así no le apartó.

-No te preocupes por eso ¿de acuerdo? La verdad es que parecía que estabas disgustado con él hace un rato, ya la arreglaré y lavaré.-le respondió rascando la cabeza del pelinegro con delicadeza.-Jimin ¿puedo pedirte un favor?

Jimin asintió al instante mientras disfrutaba de las caricias que le daba su amo.

-No me llames así.-le pidió seriamente, las orejas de Jimin se agacharon al instante, sintiéndose regañado.-No me digas amo, sólo Jungkook, no serás solo una mascota aquí Jimin, te has convertido en parte de la familia y quiero que te sientas lo suficientemente cómodo como para que me llames de esa forma.

Jimin pareció perdido mientras sus labios se presionaban entre ellos, parecía estar peleando internamente contra sus palabras.

-Lo entiendo.-respondió al final presionando con sus deditos la tela de la camisa de Jungkook.-Pero, aun así por favor déjame decirte amo de vez en cuando.

Jungkook lo observó curioso mientras sus cejas se arqueaban.

-¿Por qué? No estás obligado a hacerlo, pequeño.

-¡Lo sé!-dijo Jimin elevando un poco la voz.-Es algo que siempre he querido y anhelado, tener un dueño es el sueño de todo híbrido de la calle ¡y ahora te tengo a ti!-expresó emocionado, cerró sus ojos y con la punta de su nariz frotó el pecho de Jungkook.

Jungkook sonrió enternecido, su pecho se infló en un extraño sentimiento, se sentía orgulloso de sí mismo al rescatar al felino.

Caminó siendo aún abrazado por Jimin y se sentó en la orilla de la cama, Jimin tuvo que soltarse ante eso, Jungkook palmeó la cama para que el híbrido se sentara junto a él pero Jimin ignoró aquel gesto dejándose caer sobre el cuerpo de Jungkook. El pelinegro cayó sobre su espalda con Jimin sobre su pecho.

Jungkook se mantuvo en silencio por un par de segundos nervioso ante la situación, de acuerdo, él sabía perfectamente que no le debería de afectar la cercanía del pelinegro pero, Jimin seguía teniendo su lado humano y aunque nunca se había considerado heterosexual, homosexual o bisexual ya que no era algo que le carcomiera el pensamiento, el calor que emergía del cuerpo del híbrido de cierta forma empezaba a crear una sensación de la cual no quería realmente pensar mucho, no si quería evitarse un incómodo momento con su híbrido.

-Así que me mentiste.-terminó diciendo para olvidar hacia donde se dirigían sus pensamientos.-Sobre tu dueño anterior.

Jimin no le respondió al instante, Jungkook podía observar la cola del pelinegro agitarse con un poco de violencia.

Lovely -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora