Eleven

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-Tienes la nariz roja.

Jungkook rodó los ojos, era la quinta vez que le decía aquello Yoongi desde que llegó a la universidad, le dio otro trago a su café suspirando. Las primeras dos horas habían sido un martirio para Jungkook, no podía concentrarse en lo absoluto y había dejado de su híbrido le consumiera la cabeza.

Ahora, estando en su hora de descanso antes de su siguiente clase había esperado tener un momento tranquilo y relajante en la cafetería de la universidad, pero había olvidado la existencia del peliblanco.

-Ya te dije que es por el frío.-respondió con la mirada fija en su humeante café.-Tu nariz también esta roja y yo no te he dicho absolutamente nada.

-Tú sabes como de delicada es mi piel.-dijo tomando su taza de café y robándole un poco.-¿Cómo hiciste para que Kihyun aceptara hablar conmigo?

Jungkook por poco olvidaba aquello, llevó una de sus manos al tabique de su nariz haciendo presión con sus dedos.

-Voy a ayudarle.-simplemente respondió.

-¿Ayudarle?-preguntó Yoongi frunciendo las cejas y mirándole con desconfianza.-¿Con qué exactamente?

-Tiene una presentación mañana, le ayudaré con el piano.

-A ver, a ver ¿piano? ¿sabes tocar piano?-preguntó con incredulidad acomodándose mejor en la mullida silla.

-Si bueno, la conversación no se había dado antes, por eso no te lo había dicho pero digamos a mis padres les va todo eso del canto y los instrumentos, me enseñaron desde pequeño a tocar algunos y a afinar la voz.-comentó Jungkook por fin sonriendo al recordar a sus padres, les extrañaba bastante y estaba considerando visitarlos un fin de semana.

-Vaya, vaya, cajita sorpresa le dicen.-murmuró con una sonrisa Yoongi.

Jungkook le fulminó con la mirada y abrió la boca para quejarse, pero antes de poder decir algo, una tercera persona apareció frente a la mesa.

-Jungkook, me alegra encontrarte.-le dijo Kihyun quien al observar que la única silla que quedaba desocupada en aquella mesa era junto al peliblanco, hizo una mueca.

Yoongi palmeó la silla con una sonrisa socarrona.

-Hola cielo ¿qué te parece si mejor te ayudo yo con tu presentación? Soy muy bueno tocando instrumentos... y otras cosas.

Kihyun hizo una mueca, vaya zopenco era ese tipo, a simple viste el hombre se había visto como alguien serio y tranquilo, pero consideraba que el dicho sobre que las apariencias engañan era perfecto para él.

Jungkook, rodando los ojos atrajo con una mano una de las sillas de la mesa cercana a ellas y la colocó a su lado, Kihyun admirado por la fuerza del chico se sentó con una sonrisa junto a él, ignorando por supuesto al otro individuo.

-¿Qué necesitas, Kihyun?-preguntó Jungkook observando la cantidad de partituras que cargaba el pelirrojo en sus brazos.

-Sé que ensayaremos hasta tarde pero realmente quería ver las opciones de canciones.-murmuró dejando las hojas en la mesa no sin antes limpiar con la manga de su suéter la superficie.

Jungkook agito su mano izquierda frente a su rostro y la manga de su abrigo bajo un poco, observó así la hora en su reloj e hizo una mueca.

-Bueno, me queda media hora antes de mi siguiente hora ¿cuáles traes ahí?

-¡Media hora! Pensé que ya habías salido de clases.-dijo mientras le extendía las hojas a Jungkook.

-Todavía me quedan dos horas.-respondió negando Jungkook. Observó a Yoongi que se había asomado curioso para ver las partituras apoyando la cabeza en su hombro.

Lovely -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora