Twenty one

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Jimin jamás había estado en un lugar como ese, había todo tipo de animales acuáticos aparte de peces, había pingüinos, focas y animales que no lograba identificar, pero había algo que realmente le había robado la atención y el hambre que apareció desde que entraron al lugar.

-Son sirenas.-le dijo Jungkook.

Habían llegado a una zona en específico en donde usualmente se podían apreciar a buzos nadando entre los peces, una de ellas había atraído a la mayoría de visitantes, especialmente a las personas que venían acompañados de niños.

El pelinegro sonrió cuando una "sirena" nadó hasta él, apoyando su mano contra el ventanal, él la imitó mientras que sus orejitas se agitaban. La sirena pelirroja le devolvió la sonrisa mientras daba una pirueta.

-Wow.-exclamó Jimin dando saltitos y sin dejar de ver a la sirena, tras de ella aparecieron más, nadando a todas direcciones rodeados de los pequeños peces de todos colores.

Jungkook trató de mantener a Jimin frente al ventanal, las personas a su alrededor trataban de acercarse para obtener una mejor vista, empezando a empujarse. El castaño hizo lo posible para mantener protegido al pelinegro entre sus brazos mientras que este disfrutaba de la función.

Era esta la vida que se merece Jimin. Se dijo Jungkook mientras observaba el rostro risueño del pelinegro, acarició suavemente su cabello rozando una de sus orejas y Jimin le observó al instante, con los ojos brillantes en emoción.

Ellos no sabían cuánto tiempo pasaron mirándose fijamente hasta que Jungkook se animó a besarle suavemente, Jimin suspiró contra sus labios mientras llevaba una de sus manos a la nuca del castaño para acercarlo más. Solo eran ellos en aquella burbuja de amor, Jungkook nunca se había permitido sentir algo así en su pasado, había tenido unas cuantas relaciones cortas, pero definitivamente no serias, como si su corazón hubiera esperado a Jimin para ofrecerse en bandeja de plata.

Fue consiente luego de unos segundos de los murmullos a su alrededor y se obligó a separarse de Jimin, el pelinegro le observó con una pequeña sonrisa y las mejillas rojas, le tomó la mano con las de ellas acercándolas a su pecho donde su corazón latía frenético.

-Me gustan las sensaciones que causas en mí.-declaró Jimin sin importar que ya habían llamado la atención de las personas a su alrededor.-Eres el único que puede poner a mi corazón latir a mil. Me gustas mucho, Jungkookie.

El castaño entreabrió los labios sorprendido ante la declaración del pelinegro, sonrió enternecido y con el estómago hecho un revoltijo de sensaciones. Le besó de nuevo, apenas un piquito y unió sus frentes.

-También me gustas, angelito.-susurró para Jimin.-Me gustas mucho, eres lo que necesitaba en la vida y te agradezco por aparecer en ella, aunque pudiste solo tocar en mi puerta y yo te hubiera aceptado, no era necesario entrar por la ventana buscando matarte por la altura.

Jimin rió golpeando el hombro de Jungkook, las personas a su alrededor ya se habían disipado y habían quedado nada más los curiosos que los veían tiernos junto a las sirenas apegadas al vidrio.

*******

-Y entonces.-murmuró Jimin tomado de la mano de Jungkook.-Las sirenas pueden vivir bajo el agua pero pueden acercarse a la superficie ¿Ellas tienen pies también?

Jungkook negó divertido, no sabía si decirle o no que las sirenas en el estanque eran realmente trabajadoras del acuario y que las sirenas no existían realmente.

-No pueden Jiminie, ellas solo tienen su cola para nadar pero no se transforman en pies ni nada por el estilo.

Jimin ladeó la cabeza ante la explicación de Jungkook dejando salir una suave exclamación.

Lovely -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora