Lovely -Kookmin-

Twelve

El almuerzo pasó rápidamente, Jungkook estaba más que feliz con la noticia de su hermano viviendo a solo unas cuadras de él.

De la única forma en la que él tenía contacto con alguien de su familia desde que regresó a Corea había sido meramente por llamadas o mensajes de textos, su hermano era un exitoso escritor y pasaba mayor tiempo encerrado en su hogar escribiendo ideas para libros, sus padres lidiaban con su hermana pequeña que era toda una rebelde siendo tan solo una niña y su otra hermana mayor pasaba de viaje en viaje al ser cantante.

¿Por qué parecía que la vida de sus hermanos brillaba más que la suya?

En fin, nunca había tiempo para verse, pero aun así los amaba a todos y les extrañaba bastante.

-¿Quién es el gatito más bonito? ¿quién? Sí, tú.-le hablaba Jin a Jimin, como si de un bebé se tratara.

Todos seguían cómodamente hablando en la mesa de la cocina, Jimin esperó a que terminaran de comer para subirse a la mesa y aunque en un principio había subido en busca de la atención de Jungkook, el otro chico de hombros anchos terminó haciéndolo.

Jimin ronroneaba al gustarle la atención que estaba recibiendo de parte de aquel humano con extraña risa, a diferencia del de pelo morado que a penas y le había prestado atención y no solo eso, su amo parecía más contento y entretenido hablando con él que dándole caricias.

-Y bueno Jungkook ¿Cuándo nos ibas a decir que tenías un híbrido en la casa?-preguntó Namjoon cruzándose de brazos.

Jungkook escupió el último trago de jugo que le estaba dando a su vaso mientras que Jin y Jimin giraron los rostros, lentamente en dirección al pelimorado sin parpadear en ningún segundo.

-¿Hí-Híbrido?-preguntó Jin escaneando mejor al gato.

-Por favor, amor, tu eres el veterinario ¿cómo no te diste cuenta antes que yo?-exclamó Namjoon rodando los ojos y fijando su mirada en Jungkook que parecía ahogarse.

Le palmeó la espalda hasta que el chico dejó de toser, las mejillas de Jungkook se habían tornado rojas y la expresión de su rostro demostraba lo atrapado que se encontraba por no saber cómo explicar la situación.

Jimin trotó hacia Jungkook, maullando. Ahora que se sabía que era tenía demasiado miedo de que le separaran de su humano. Jungkook lo tomó en brazos, reconfortándole y encarando a su hermano.

-Estaba en problemas, lo salvé de unos niños que querían dañarle y me enteré luego de que era un híbrido. No lleva ni la semana conmigo pero aun así este es su nuevo hogar, yo le estoy cuidando.-respondió sintiéndose a la defensiva y modificando un poco la historia.-Esa es la misma razón por la que no les había dicho, todo esto es muy reciente.

Namjoon lo estudio con la mirada, inseguro ante su relato, pero Jungkook no parecía que daría un paso atrás, un duelo de mirada fue lo que tuvieron por lo menos por un minuto.

-Ja, bueno. que cosas ¿no?-dijo Jin tratando de armonizar el ambiente.-No te preocupes Jungkook has sido un héroe para Jimin por lo que se ve y me alegra que ya tengas compañía en casa, no es bueno permanecer tanto tiempo solo.

Jungkook sonrió tratando de relajarse y agradeciéndole con la mirada a su cuñado por ayudar.

-Jimin es un gran híbrido, no me arrepiento de haberlo traído a casa, créanme que, aunque le conozco de muy poco, él ya ha ganado mi corazón y sé que se ganara el de ustedes.

-Sería grandioso conocerlo.-aseguro Jin, emocionado.

-Sí, lo sería.-se integró Namjoon, suspirando.-Lo siento mucho por mi actitud, hermano. Es solo que... He oído hablar unas cuantas cosas sobre los híbridos y del lugar de donde provienen que no son muy agradables, por un momento pensé que lo habías comprado para algo como eso.