Two

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Tal vez había pasado ya un par de minutos y Jungkook no había dicho nada, menos el híbrido, se habían dedicado a observarse.

Jungkook estaba sorprendido, jamás se había imaginado que algo como esto iba a pasarle y no sabía cómo actuar, si debía gritarle, llamar al casero para que se encargara o simplemente tomárselo con calma.

El híbrido era muy bonito, le parecía hasta tierno, no se veía que fuera de la calle ya que parecía estar limpio y sin golpes.

-Así que eras tú.-sorprendentemente, fue el híbrido el primero en hablar, con una sonrisa tímida caminó hasta estar frente a él.

Jungkook consternado lo observó confundido, sorprendido ante la suave voz del más bajo, su mirada se mantuvo en el rostro del pelinegro ya que iba totalmente desnudo.

Antes de poder responder el híbrido alzó una de sus manitas en dirección a él, con intención de tocarlo.

-Tú eres el que desprende este perfecto aroma, me encanta es lo que me trajo hasta aquí pero nunca antes había podido verte. -murmuró agitando su colita.

Jungkook suspiró apretando el puente de su nariz con fuerza mientras cerraba los ojos momentáneamente.

-Bien, de acuerdo, no sé quién eres ni de dónde has salido pero esta es mi casa y me has estado robando por un par de semanas, tienes suerte que estoy de humor y no mando a traer a control animal, te pediré amablemente que te vayas a tu hogar. -dijo serio Jungkook cruzándose de brazos.

El híbrido agachó la cabeza al mismo tiempo en que sus orejitas lo hacían, volvió a tomar su cola entre sus manos mientras hacia un puchero, luciendo triste.

-Y-Yo lo si-siento mucho, no quería molestarte. -murmuró aún sin alzar la mirada.

-Da igual ahora, puedes irte no haré nada en contra de ti pero no regreses ¿de acuerdo?

El pelinegro no respondió por unos largos segundos hasta que casi a regañadientes asintió.

-L-Lo siento. -hipó y un sollozo se le escapó.

Jungkook se congeló en el momento, su corazón se estrujo al darse cuenta que había hecho llorar al híbrido, mordió su labio inferior con nerviosismo y se acercó al pelinegro lo suficiente como para poder tomarlo de los hombros, haciéndolo saltar y que lo viera con sus ojitos cristalizados y con lágrimas.

-Escucha, no quería hacerte sentir mal pero ponte en mi lugar ¿Cómo te sintieras tú si alguien entrara a tu casa tooodos los días para robarte comida?

El híbrido mordió su labio desviando un poco la mirada mientras hipaba y su cuerpo recibía un pequeño espasmo ante ello.

-Tenía mucha hambre.-murmuró.-yo sólo tomo un poquito.

-¿No tienes hogar?-terminó preguntando, le había parecido lo suficientemente lindo como para que alguna familia lo tuviera como mascota.

El pelinegro negó y limpió las pequeñas lagrimas que se acumulaban en sus ojos. Jungkook alejó sus manos haciendo que el híbrido lo viera al instante, considero sus opciones, ahora se sentía peor al hacer que se fuera ¿Qué comería? ¿Dónde se queda a dormir? Debería de ayudarle a encontrar un hogar, tal vez Yoongi podría cuidarlo y quedarse con él.

-¿Cuál es tu nombre?-preguntó alejándose de él y acercándose al refrigerador sacando de ahí una cajita llena de chocolates, sacó uno para él y antes de ofrecerle uno al híbrido recordó ¿a los perros y gatos no les hacía daño el chocolate? ¿Y si se moría por su culpa al comerlo?- Tú mmm ¿puedes comer dulces?

El pelinegro asintió emocionado y extendió sus manitas, de hecho, el híbrido amaba todo lo dulce, no podría comerlo en su forma gatuna pero ya en su forma semi humana los disfrutaba.

Lovely -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora