Four

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Para cuando Jungkook por fin llegó al edificio, Jimin se encontraba completamente dormido entre sus brazos, tardó un par de minutos en salir, cerrar y dejar con llave todas las puertas del auto sin despertar al felino.

El portero lo recibió con una sonrisa amable, le ayudó a abrir las grandes puertas de vidrio del edificio y lo siguió cuando llegó al ascensor.

-Es el piso cuatro ¿verdad?-le preguntó observando curioso al híbrido.-No sabía que tenía mascota, señor.

-No es mi...-Jungkook no completó la frase y observó con fastidio las puertas del ascensor.-Piso cuatro, por favor.

El chico asintió presionando el botón para abrir el ascensor, Jungkook ingresó delante del hombre quién rápidamente ingresó para presionar ahora el botón con el cuatro en el centro y salió con una sonrisa asintiendo hacia Jungkook.

-Gracias.-le dijo antes de que las puertas se cerraran completamente.

Un par de minutos y Jungkook se encontraba ya en su departamento, caminó con Jimin en brazos hasta su habitación y lo recostó en el centro de la cama, ya estando allí lo observó de pies a cabeza, sus labios se convirtieron en una fina línea al encontrar ciertos moretones y rayones en la piel del pelinegro, en silencio se encaminó fuera del cuarto hasta la cocina.

Recordó que Seokjin le había dado un botiquín de primeros auxilios y hasta le enseñó a utilizarlo la última vez que lo visitó junto a su hermano, definitivamente si no fuera por ellos, Jungkook no tendría ni la mitad de cosas fundamentales que debía tener en caso de accidentes.

Ya con la caja blanca en manos regresó al cuarto encontrándose a Jimin justo como lo había dejado antes de que saliera. Se sentó en la cama al lado de él y sacó del botiquín un pequeño frasco con crema fría, lo abrió y empezó a untarlo en las heridas esparcidas en las piernas de Jimin para luego cortar unas cuantas gasas y pegarlas en las mismas zonas protegiendo que no se infectaran o empeoraran.

Jungkook se rascó el cuello pensando en cómo curaría las demás heridas, Jimin aún estaba vestido con el suéter que le había dado y no quería hacer algún movimiento que podría despertarlo, suspiró, decidió que dejaría dormir a Jimin y cuando despertara seguiría, observó atentamente el rostro de Jimin y colocó un poco de crema en la mejilla izquierda sobre una pequeña cortada para terminar colocando una pequeña bendita para cubrirlo.

Cerró el pequeño frasco y lo dejó sobre su mesita de noche, la caja la dejo justo al lado de la cama, escondiéndola un poco bajo ella para que cuando Jimin necesitara levantarse o algo, no se lastimara con ella o cayera.

Volvió a salir del cuarto no sin antes dejar un pequeño beso sobre la frente de Jimin y acomodaba un poco el cabello abundante, Jungkook se sintió un poco más tranquilo, el rostro de Jimin se encontraba más sereno que hace un par de minutos. Mientras pensaba en que podía hacer para almorzar ya que imaginaba Jimin despertaría con hambre y eran ya pasado el mediodía, Jungkook pensó en el dueño de Jimin, ¿dónde había estado cuando atacaron a Jimin? es más ¿por qué siquiera lo había dejado sólo?

*************

Tres horas después, Jungkook se encontraba sentado en el suelo de su sala, terminando su trabajo para la clase de pintura, Yoongi le había escrito hace una hora haciéndole saber de la tarea, debían llevar una cuadricula a su elección y para los que no habían llegado a clase la licenciada Goo Hye Sun, les había encargado dos cuadriculas hechas con acuarelas.

Jungkook tenía listo ya sus dibujos, había sido casi sin darse cuenta, Jungkook había pintado a Jimin, siendo un gatito y el estaba listo para presentar ambos dibujos.

Terminando ya de pintar el pelaje de Jimin, Jungkook escuchó sonidos proviniendo de su cuarto, eran maullidos que hasta parecían furiosos, con cuidado dejó el pincel dentro del vaso con agua para no mojar ni manchar su ultima pintura ya faltando sólo un poco para terminar y se levantó para caminar hacia su cuarto.

Lovely -Kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora