Lovely -Kookmin-

Forty five

Jimin hipaba sentado en la cama mientras observaba a Sungjae, el pelinegro estaba esperando a que se calmara para poder hablar pero ¿Cómo iba a hacer eso? Despertó en un lugar desconocido para él y sin Jungkook.

-¿Dónde está mi amo?-preguntó sorbiendo con la nariz.-Llévame con él.

-No puedo hacer eso, Jimin ¿Olvidas la promesa?

-¡N-No me importa la estúpida promesa! Fu-Fue inevitable, mi amo me cuidó bien y no esperábamos encontrar a esos hombres en casa.

-Estuviste en peligro, Jungkook no tuvo las precauciones debidas.

-Sungjae por favor, llévame con mi amo.

-No.

Jimin chilló desesperado entonces y las lágrimas se precipitaron a salir, un intenso dolor le invadió por todo el cuerpo mientras se dejaba caer completamente en la cama, buscó con la mano su collar y se alarmó al no encontrarlo.

-M-Mi collar.-lloriqueó volviendo a sentarse.¡¿Dónde está mi collar?!

Sungjae no respondió al instante, simplemente le miraba con seriedad y de brazos cruzados.

-Lo tiene Jungkook.-respondió con simpleza.

-Mi amo, mi amo me espera.-dijo con la voz quebrada.-Por favor, llévame con él.

Sungjae negó con la cabeza y Jimin empezaba a marearse ¿Cómo si quiera llegó ahí? Sólo recordaba estar dormido acurrucado contra Jungkook y ser despertado a medias para levantarlo de la camilla y unos segundos después ya había caído dormido de nuevo.

Debía salir de ahí, si Sungjae no le ayudaba él buscaría una forma de regresar con su amo, jamás debió de hacer aquella promesa.

-Escucha, Jimin.-dijo Sungjae con la voz un poco más suave, se sentó en la cama quedando frente a frente y haciendo que Jimin se pegara a la pared para conseguir espacio entre ellos.-Jungkook lo sabe, él y yo llegamos a un acuerdo.

Jimin parpadeó ladeando la cabeza ante aquello.

-¿Qué acuerdo?-preguntó con desconfianza.

-El acuerdo es que te quedarás aquí hasta que el padre del rubiecito se encargue de Animalerie, luego de eso yo mismo te llevaré con él.

Jimin hizo una mueca, no sabiendo si creer o no pero ¿Por qué iba a mentirle Sungjae de todos modos? Siempre fue bueno y se preocupaba por él.

-¿Y cuánto tiempo tendré que estar aquí?

Sungjae se encogió de hombros.

-No estoy seguro, van a encargarse de ellos lo más pronto posible.-aseguró el pelinegro.-Jungkook quiso quedarse con tu collar para recordarte mientras estén separados.

Los labios de Jimin formaron un puchero tembloroso, su amo estaba lejos, no sabía desde cuando estaban separados pero ya le extrañaba demasiado.

-Quiero verlo.-lloriqueó apretando su colita con ambas manos.

-Lo harás, pero no justo ahora, estás muy débil y prefiero que comas algo, luego dejaré que hablen ¿De acuerdo?

-¿Lo prometes?

-¡Claro que si!

-Bueno, está bien entonces.-respondió resignado.

-Te vendré a llamar cuando la comida esté lista.

Jimin asintió mientras observaba al pelinegro alejarse y salir de la habitación.

Joy esperaba con los brazos cruzados y los ojos cristalizados a que Sungjae saliera.