Lovely -Kookmin-

Epilogue

*5 meses después*

-Ok, ok, tranquilo, Seokjin, tranquilo, por fin a llegado el día, pero, cálmate.-murmuraba para él mismo el castaño mientras se volvía a acomodar la corbata.

Yongsun a su lado alzó una ceja, totalmente divertida ante la actitud de su cuñado.

Un evento importante estaba a punto de llevarse a cabo y todos estaban con los nervios de punta, debía salir perfecto, tal cual se había planeado.

-Seokjin, ya basta, estás así desde que despertaste prácticamente, Jimin, dile algo.

Una de sus orejitas se alzó, pero no despegó su mirada de su reflejo en el espejo y una pequeña sonrisa floreció en su rostro.

-Jimin ni siquiera te está haciendo caso.-replicó Seokjin rodando los ojos.

Yongsun rodó los ojos.

-Pues de él no me sorprende, pero tú, estás exagerando, la boda es de Jiminie, no tuya.

La colita de Jimin se agitó ante las palabras de la rubia, por fin, estaba a punto de casarse, de ser un matrimonio con su amo y sellar formalmente su unión.

A Jimin le había tomado de sorpresa cuando se lo pidió. Otra vez, habían visitado 63 SeaWorld y pudieron disfrutar de todas las zonas sin el miedo de que les separaran, Jungkook le había comprado todos los peluches que había querido la última vez y aquel suéter de color rosa con la sirena dormida era por fin suya.

Fue exactamente frente aquel estanque inmenso y llena de sirenas que el castaño se había hincado frente a él para pedirle matrimonio.

Jimin había aceptado entre llantos de felicidad, Jimin le hizo saber a todo el que pasara a su lado, que iba a casarse con su amo.

-Jimin, Jimin.-le llamó Seokjin.-Deja de pensar en tu pedida de mano a lo cursi, te estamos hablando.

Jimin puchereó y por fin los observó.

-¿Qué pasa?

-¿Cómo que, qué pasa? Seokjin está que se desmaya y tú en tu mundo, ni para su boda se puso así.

Jimin rió, de hecho, Seokjin había estado un tanto histérico y melancólico en su boda con Namjoon hace tres meses, pero todo había salido perfecto, Jimin todavía y había atrapado el ramo cuando Seokjin lo lanzó y la decisión de casarse lo más pronto con su amo se había vuelto más sólido.

-Jinnie, todo saldrá bien, si tú te pones nervioso, me podré peor yo.

Seokjin inhaló y retuvo el aliento por unos cuantos segundos para luego dejarlo ir con lentitud.

-Es que, todavía no lo puedo creer.-exclamó Seokjin.-Mi pequeño Jimin se va a casar, pareciera que fue ayer cuando empecé a enseñarle a cocinar.

Seokjin le apachurró las mejillas y Jimin sonrió, soltando una pequeña risa.

-Ay no, ya vas a empezar.-murmuró Yongsun.

-Me siento como un padre orgulloso...-continuó y esta vez abrazó a Jimin.

-¡Oye! Le vas a estropear el traje y tan bonito que se le ve.-se quejó la chica y Seokjin lo liberó de apoco.

Jimin jugueteó entonces con las mangas de su traje de color blanco con bordes dorados que le había comprado Hani cuando le acompañó a buscar la ropa que debía usar. Jimin sólo quería llegar a la capilla para poder ver al castaño.

-¿Ya estamos listos?-la señora Jeon apareció por el umbral de la habitación en casa de Seokjin y exclamó apenas le vio.-¡Oh Dios mío, Jiminie, te ves hermoso!