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No podía creer lo que mis oídos escuchaban, mi propia madre estaba despojandome de mi herencia.

Estaba sucumbiendo al capricho de las personas al querer arreglar lo que él abuelo hizo al nombrarlos heredera y así retomar el orden natural de las cosas.

—Yo debería ser tu heredera, soy tu primogénita. No Jacaerys. —no iba a cansarme de luchar por lo que era mío por derecho, así como un día fue suyo.

—Con Jaecerys a la cabeza, el reclamo por el trono sería menos cuestionado el día que yo no esté. Necesitamos ser fuertes ante el enemigo.

—¿Crees que soy débil? —la voz salió casi en un hilo, aquellas palabras lograron tallar una herida en mi corazón.

—Estoy protegiéndote de lo que yo una vez sufrí. —Me alejé cuando intentó acariciarme la mejilla.

—El abuelo es el rey, como alguien se atreviera a decir algo en contra le cortaría la lengua y es exactamente lo que esperaba de ti, que defendieras mi derecho.

—Como esposa de Jacaerys de igual modo serías reina, eso fortalecerá aún más el trono y nuestra familia. —Realmente mi madre no tenía vergüenza en mostrar su favoritismo por Jace.

—Yo no quiero ser una reina, yo quiero ser la reina. —Remarque— Y lo siento mucho madre, pero Jace no sería un buen esposo y gobernante, él solo sigue tu palabra y tus acciones, y solo tienes que ver la manera en intentan quitarte el trono descaradamente ¿Eso es fuerza?

Su rostro se desfiguró al escuchar mis palabras. No era sorpresa de nadie el hecho de que nadie aparte del abuelo, defendían su herencia.

—Más aún por las supuestas y viles acusaciones contra mis hermanos. Yo debo ser la única que debe llevar la carga de haber sido declarada legítima luego de que te casaste con mi padre, y si, se que fue el quien insistió en ello pero tú nunca hiciste nada por protegerme.

—Aún cuando estemos en la privacidad de Dragonstone, no quiero que vuelvas a insinuar nada de lo que piensas.

—Que pienso y que todos saben. Me sorprende que aún no nos llamen "casa de madera"

—¿Que? —realmente estaba confundida.

—Estamos hechos de distintos palos.

Estallé en una carcajada al ver su expresión de sorpresa, casi anonadada. Fue increíble.

—No puedo creer que después de todo tengas este descaro. —su expresión juzgona no me amedrentó— Cada día estoy más convencida de que Jace es el indicado para gobernar después de mi.

—¿Y realmente crees que esto sucederá? —eso detuvo cualquier movimiento de su parte— Los Hightower claramente quieren que Aegon sea rey muy a pesar de lo desastroso que sea, no te quieren a ti y ciertamente en la fortaleza no tienes más apoyo que el de mi pobre abuelo.

Estaba demasiado atenta a mis palabras. Estaba dándole cuenta del monstruo que había criado, siempre desplazandome de todo.

—No obstante, Aegon no desea ser rey y muy a pesar de que sabe que Aemond realmente no tiene lo necesario para ser rey, él si lo quiere y lo desea, pero yo tampoco voy a permitir que me lo quiten y antes de dejar que mi tío se siente en el trono, yo destruiría la fortaleza.

—Amas a Aemond, lo haces desde que tienes memoria ¿Enserio crees que voy a tragarme esa mentira? No le harías daño a ninguno de nosotros, realmente no tienes ambición por el trono.

—¿Tu que sabes? Toda mi vida me has descuidado, dejándome a cargo de una Septa o sirvientas, mientras te dedicabas a preparar a mis hermanos para gobernar.

✨Aemond Targaryen✨ One shots Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora