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One shot 16 pt.3

Hubo unos meses en los que tuvimos que separarnos y todo se complicó.

La tensión entre nuestras familias siguió aumentando, aún cuando se trataba de tonterías, pero entonces llegó el momento en el que todo terminó por romperse.

°•°

El funeral de Laena había sido de las cosas más tristes que había tenido que atravesar.

Los Hightower usando el momento para alzar su causa, mi padre destrozado por la perdida de su única hermana y no dejando que trate de consolarle, sabía que un abrazo no arreglaría nada pero no perdida nada con intentarlo. Y luego mi madre, aprovechando el tiempo para acercarse a Daemon aún cuando el cadáver de su esposa no había tocado el fondo del mar.

Y luego estaba yo y mis hermanos, que deseabamos estar en el funeral de Ser Harwin Strong. Ellos porque se trataba de su padre y yo porque siempre fue mi caballero de brillante armadura, quien siempre me protegió.

Pero madre no nos lo permitió y antes de quedarme allí preferí irme a mi habitación. También sentía algo de tristeza por el hecho de que Aemond se había mantenido distante de mi.

A la noche.

Mi madre había llegado corriendo a mi habitación diciendo que había un gran problema.

Mi corazón se detuvo al notar que las escenas se repetían. Ambas corriendo por los oscuros pasillos, los gritos a lo lejos...

No, no, no, Aemond... No quería regresar las imágenes en mi cabeza y sobre todo lo que sucederá después...

No, él no me haría eso.

Llegamos al lugar donde todos se concentraban, los gritos se hacían más fuertes al punto de ser insoportables para mí y querer taparme los oídos.

Vi a mi hermano menor tapar su nariz llena de sangre, pero entonces quería ver si aquello se hizo realidad encontrándome con el rostro mutilado de Aemond.

Este se quejaba con claro dolor en su rostro, el maestre trataba de ser lo más suave y gentil que podía, pero no podía serlo demasiado cuando está cociendo su cara de lado a lado.

Me acerqué corriendo a él ignorando por completo a mi madre y Jace, mi impulso era mayor al de obedecer sus gritos.

Al llegar a su lado tomé su rostro con delicadeza, el maestre ya había terminado su trabajo, una sensación de dolor me invadió tanto al tocarlo como al verlo.

A mí alrededor ignoraba las discusiones entre los mayores, mis hermanos y primas.

—¿Porque tuviste que hacer algo así, Luke? —mire con angustia al menor el cual me evitaba.

—¡Aemond reclamó a Vhagar! —gritó Jacaerys.

Miré de inmediato a mi príncipe. —¿Que has hecho que? —me sentía traicionada, muy a pesar de que se tratara del dragón más grande y peligroso— Yo creí que estabas feliz con Rizax.

—¿Y tener que esperar a que decida romper el cascarón y luego deba crecer?  Tengo al dragón más grande que existe ahora. —me dió el huevo sin más. No había notado que lo tenía a un lado.

Mi vista se nubló rápidamente.

—Aprecio que hicieras eso por mi pero no es suficiente. No seguiré tolerando burlas.

—Espero que de verdad eso te haga feliz —me alejé un paso intentando no chocar con nadie. Sentía mis lágrimas deslizarse fuera— Y lamento lo que pasó con tu ojo, de todos modos lo has cambiado por algo mejor.

Vi la intención de mi abuelo o incluso de Aemond de querer acercarse pero solo me fui de allí sin ánimos de seguir escuchando la discusión, sabía que iba a ponerse feo y no deseaba verlo.

En la entrada a la sala, casi en la oscuridad, se encontraba Daemon quien me sujetó para evitar que siguiera. No era seguro que ande por ahí sola.

—Mi dulce niña —susurró y luego besó mi frente. De reojo ví que mi madre miraba con alivio al ver que me cuidaba— ¿Sabes que verte llorar me rompe el corazón? —asentí mientras me secaba las lágrimas. Al fondo seguían con su discusión —Más aún cuando es por algo que no vale la pena.

Le rodeé con los brazos en el cuello y escondí la cabeza en el hueco de este.

—Es extraño ¿Por qué no puedo enfadarme de la misma manera que cuando mi prima hizo ese estúpido comentario?

—Porque, y aunque me cueste admitirlo, lo quieres. Ese pequeño corazón puede que hasta lo ame. —A pesar de conocer la palabra y de decirla muchas veces, realmente no sabía lo que realmente significaba amar.

Yo amo a mi madre al igual que ha Daemon, pero no es el mismo sentimiento que tengo por Aemond. No es el mismo amor.

—¿Me llevas a mi habitación, por favor? Estoy segura de que nos iremos apenas amanezca y no quiero estar cansada, me gusta estar despierta durante los viajes. —al mirarlo me dedicó con una bonita sonrisa.

—Ya mismo. —al momento de levantarme en brazos aún abrazada a su cuello, un silencio extraño rodeó el lugar.

Ambos miramos en esa dirección al tiempo que la reina dejaba caer un afilado cuchillo al suelo. Daemon se acercó rápidamente a Rhaenyra para saber que había ocurrido.

Un profundo corte atravesaba su brazo mientras sangraba por montones, al instante estiré el cuerpo para abrazar a mi madre quien recostó su cabeza en mi pecho de manera sutil.

La división era clara, los Hightower por un lado en compañía de la inútil presencia de un Viserys ya sin autoridad.

Y por otro lado, mi familia. Que cada día se volvía más fuerte a base de rumores, perjurios e insultos.

Volviendo a una postura menos incómoda, volví a abrazarme a Daemon mientras todos se insultaban los unos a los otros. A pesar de ver la mirada de Aemond sobre mi, me negué a devolverle el gesto.

Me sentía mal por él pero había insultado nuestra amistad.

✨Aemond Targaryen✨ One shots Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora