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Desde que me casé con el príncipe nada ha sido como lo esperaba. Tal vez porque lo hice sumergida en un mundo de fantasía donde sería la esposa más feliz y recibiría todo tipo de atenciones.
Lo cierto es que el príncipe Aemond no siente ni un poco de la emoción que siento yo y eso me entristece.
No es que sea un esposo terrible, pero no se siente como un esposo de todos modos.
Jamás quiere estar conmigo a solas, nunca me llama a sus aposentos ni él viene a los míos para cumplir con nuestro deber de esposos.
Ha demostrado interés en pasar tiempo conmigo, leer, escribir, hablar sobre cualquier cosa que haya aprendido, pero cuando la tensión crece y es evidente que debería de suceder algo más él simplemente se va.
Una vez en su habitación encontré su diario abierto, creo que lo dejó ahí a propósito para que yo lo viera porque sabe que siempre voy. Allí decía que me ve como algo tan puro e inocente, algo tan delicado que teme que sus manos destruyan.
Yo creo que es que no le gusto. O no me soporta.
Se supone que me eligió entre dos opciones más pero eso no significa que le guste más. Me eligió para salvarse de la Baratheon y huir de una Greyjoy.
Se sintió bien ser la elegida, que Aemond quisiera conocerme antes de tomar la decisión. Claro que detrás de mi viene la flota de los Redwyne y es la razón de haber sido seleccionada en última instancia.
El príncipe también tiene sus caprichos y si había opción de tener una esposa mejor, lo haría.
Y es como llegué aquí. La preciosa y bien portada hija de Lord Redwyne.
Recuerdo como no tenía el valor de mirarlo a la cara durante nuestros paseos por los jardines de mi casa, hasta que él me lo pidió, más bien exigió al levantar mi barbilla.
Siempre quise creer que mi timidez lo cautivó o le agradó saber que no sería molestado en el futuro. Demasiado callada y complaciente como para irritarlo, supongo.
Pero no es como si en nuestra noche de bodas no hubiera habido consumación, sí la hubo y fue perfecta. Él fue tan caballero y atento, fue delicado conmigo. Se sintió increíble y no me quedé con las ganas de volver a hacerlo esa noche.
Él parecía maravillado y feliz esa noche, creí que entonces no habría ningún problema. Supuse que nos entendíamos. Pero de pronto él se comportó distante, aunque según él era respetuoso.
Pienso que quizá no le gusté tanto como lo parecía y debo aceptarlo.
Aunque después de lo que voy a hacer. Mañana dejaré de intentarlo si es que hoy no funciona.
No lo presionaré ni me humillaré otra vez, será solo una oportunidad y luego podré seguir adelante.
Él tiempo pasa y él no llega, demora más de lo que creí que haría.
Repaso cada detalle una y otra vez. Procuro no arrugar demasiado mi camisón. Mantengo los pequeños hornos con esencias siempre con una pequeña vela debajo para que el olor llene la habitación.
Todo se ve perfecto y vistoso pero me falta la persona importante.
Cuánto más demora más me enfado y pienso en lo primero que diré, que de seguro no será amable. No merece que sea amable.
Lo enfrentaré, lo haré.
Tendrá que decirme porqué llega más tarde de lo que se supone llega. Quiero saber si siempre es así o si hay veces que ni siquiera viene.
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✨Aemond Targaryen✨ One shots Vol. 1
RandomLo siento, me enamoré del tuerto Fecha aproximada de publicación 23 de noviembre del 2022