✨Aemond Targaryen✨ One shots Vol. 1

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Aquí otro de esta personita 0_jisel_0 :)

🌙

Las puertas de la habitación se abren y veo entrar a mi esposo quien no tarda ni un suspiro en verme.

Me permito volver a ser esa jovencita que se sentía nerviosa y acalorada con la mirada del principe.

Aemond se aproxima a mi pero veo como tuerce el ojo al ver a dos criadas sosteniendo a nuestros hijos y sin decir una palabra, exige que se le sean entregados.

—¡Kepa! ¡Kepa!—Exclaman felices los niños mientras abrazan a su padre.

Aemond se acerca a mi y me besa.

Las criadas abandonan el lugar y suspiro aliviada. Estaba harta de escucharlas hacer ruido y caminar por la habitación.

¡Soy una madre embarazada de ocho meses, necesito tranquilidad!

—¿Como está mi hermosa esposa y nuestro pequeño dragón? —Acariciar mi vientre cargando a dos niños no resulta ser una tarea posible.

De eso se encarga Rhaelor, el gemelo mayor, lo hace con suavidad y amor, mi corazón se endulza.

Rhaegar da pequeños brincos sobre el muslo de su padre, está pie mientras se abraza al cuello de Aemond.

Deja algunos besos y sobre todo mordidas que provocan que Aemond se carcajee e intente detener al pequeño y su ataque. Rhaegar se ríe ruidosamente mientras sigue torturando a su padre.

Cada día me enamoro más de aquella imagen.

Y pensar que Aemond temía ser distante y brusco con sus pequeños, ahora se pasea con ellos por todo el castillo, pasa tardes enteras leyendo historias o practicando valyrio, incluso despertando su gusto por el combate y las espadas.

Aemond es el padre que siempre quiso y da el amor y protección que anhelaba de su madre. No tiene nada que envidiar de nadie más.

Él es feliz y yo lo estoy aún más por esto.

—Se que no te gusta que las criadas se pasen tanto tiempo con los niños, pero no puedo hacerlo sola.

—Lo se, es solo que me gustaría estar aquí todo el tiempo. —Se acuesta en el otro camastro con los niños a cada lado. Estirando sus piernas al igual que yo.

—Aemond, por todos los dioses, pasas prácticamente todo el día aquí o acompañándonos a dónde sea. No tiene nada de malo de que te ocupes de ciertos asuntos una vez al día ¡Solo una vez! —digo casi entre risas.

—Debería de estar todo el tiempo acompañándote. Si, es solo un momento, pero ¿Y si sucede algo en ese momento que no estoy?

—Se que vendrás a mi. Hemos pasado por esto ya una vez, el segundo embarazo se está haciendo más sencillo. —Aemond se mantiene obstinado y terco en aceptar que tengo razón, en verdad no debe preocuparse tanto.

—Me siento aliviado de que esto no sea tan difícil para ti.

—Lo único doloroso son las patadas a la madrugada, pero eso también lo he vivido —miro a los niños con acusación y estos esconden sus caras en algún hueco. —Creo que es todo gracias a mis maestres y sanadores, de dejar todo en manos de los que hay en Kingslanding quien sabe cómo estaría...

—Si, lo recuerdo... Ellos solo se aseguraban de que todo fuera óptimo para el bebé, todo para el bebé.

—Y se olvidaban de mi —Digo con tristeza pero luego sonrío al ver a esos dos hermosos niños, que no se cómo pueden tenerme tan enamorada—. Pero míralos, tan saludables y fuertes, y yo también.