✨Aemond Targaryen✨ One shots Vol. 1

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—¡Encuentra a esa estúpida y traela ante mi de inmediato! —Demanda con autoridad Aegon. —Tiene un compromiso que atender le guste o no.

Trago saliva con miedo de ser atrapada.

—Lo haré, estará aquí para el final del día o antes. —Responde con voz monótona Aemond. Que lo diga de todos modos me rompe el corazón.

No esperaba que hiciera algo distinto a lo que se le pide, pero apelando a lo que sentimos por el otro y lo que hemos vivido, esperaba que hiciera algo más por mi.

Siempre lo esperé, siempre esperé más de él y cumplió con todo, hasta que no puedo hacerlo más.

—Siento mucho que deba ser de este modo. Se que la amas y que aunque lo hayan ocultado, se que es tu esposa pero con las tradiciones Valyrias de por medio, puede tener más de un esposo. Solo que no estoy dispuesto a compartir, será mi premio por ganar esto.

Aemond no contesta, al menos no con palabras. Quisiera verlo, pero un solo movimiento y voy a delatarme.

Los pasadizos secretos son mi lugar seguro justo ahora y bendigo la hora que me di cuenta que había uno en mi habitación. Una pequeña puerta por la que ni un enano puede pasar sin bajar la cabeza.

Pero cada paso resuena y solo estoy inmóvil contra la pared falsa. Me hubiera ido de no haber sido que escuche entrar a Aemond a la habitación, y luego como llamó a mi nombre una y otra vez, hasta que llegó su hermano.

—La puta de mi hermana no tendrá más que rendirse, Visenya tiene a Caníbal y no dudaré en usarla para atacarlos, no tiene a Syrax, nuestros sobrinos bastardos están muertos y el pequeño Aegon no es más que eso, un niño y una cría de dragón. Daemon huyó con esa pequeña bastarda en lugar de cortarle la cabeza a pedido de Rhaenyra.

Aún no me creo que Daemon huyera, eso no es propio de él. Tiene que tratarse de algún plan, él no dejaría esto así. Aún si no desea estar junto a Rhaenyra.

Se suponía que iba a protegerme.

—Y cuando todo termine entonces tendré mucho tiempo para poner un hijo en su vientre. —De solo pensarlo quiero vomitar, pocas veces tuve el desagrado de tenerlo cerca y de que ponga una mano sobre mi— Será divertido de seguro. Luego podrás decirme cómo le gusta.

Sostengo la bilis para que no salga, siento asco y repulsión solo con escucharlo.

No quiero tener que hacerlo. Solo quiere vengarse de mi luego de que me burlarse de todos los rumores sobre que no puede responder. No quiero su verga flacida dentro de mi y tener que montarlo.

El sonido de las voces se apaga y poco después la puerta se abre y cierra, pero escucho otras pisadas. Pausadas y firmes, creo que recorre la habitación.

Estoy segura de que se trata de Aemond.

Sigo esperando en el lugar, hasta que escucho la puerta cerrarse una vez más y todo es silencio del otro lado.

Camino entre los pasillos, metiéndome en los huecos y escondites para rehuir de los guardias y del propio Aemond quien me busca incansablemente.

Me pierdo entre lo más bajo de flea bottom. Buscando otra ropa, engañando para robar pan o fruta y hasta monedas con el fin de pagar un pasaje.

Caníbal está lleno de cadenas, nunca podría soltarlo a tiempo.

Los acontecimientos de las últimas horas no me dieron tiempo a pensar en nada y de cualquier modo Aegon frustró cualquier plan de escape. No sé si contaba con que volviera a intentarlo.

Pero al igual que antes estaba igual de cerca y lejos de escapar.

No dejaré que me encuentre.

Entre la oscuridad y protección de la capa, me escabullo todavía más adentro, asegurandome de que nadie me vea. Celebro internamente el ser tan escurridiza y hábil.