𝟛𝟞

1.9K 223 28
                                    

 Extendió la mano hacia delante, con la palma mirando al cielo, dejando que en esta cayeran algunos copos de nieve

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Extendió la mano hacia delante, con la palma mirando al cielo, dejando que en esta cayeran algunos copos de nieve. Sí, nieve. Blanca y suave nieve. Era la primera nevada del invierno.

Miró al cielo, dejando que en su rostro también cayeran algunos copos.

A Miyuki le gustaba la nieve. Le recordaba a esa época donde no había preocupaciones y podía jugar con ella. Para ella, nevar era casi como una expresión artística. Hacía tiempo que no tenía claro si era verdad lo de que "no existían dos copos de nieve iguales", pero siempre le parecía hermoso distinguir cada una de las increíbles estructuras de cada copo que caía.

Bajo un poco su bufanda y echó el aliento para ver el vaho que se formaba delante de ella, observándolo hasta que desapareció a los segundos.

Adoraba el invierno. No entendía a las personas que les gustaba la pegajosa sensación de calor.

Generalmente, le gustaría disfrutar de ese momento sin nadie a su alrededor, pero aquel día la soledad invadió su corazón, empezando ha sentirse ella también fría a pesar de las capas de ropa.

Caminó un par de calles. Acababa de salir de trabajar, y quería aprovechar aunque fuera ese momento a pesar de su desamparo. De verdad que, en aquel instante, quería estar con Satoru.


·····


Lo mismo se repitió a los días.

Volvía a nevar, lo podía ver desde el mostrador de la cafetería. Una sonrisa se dibujó en su rostro por el resto de su turno.

Estaba sola en el establecimiento, limpiando, cuando unos toques en la puerta le hizo percatarse de una nueva presencia. El peliblanco la estaba esperando fuera, con una pequeña sonrisa, y solamente vistiendo una camiseta oscura de manga larga y un pantalón vaquero para protegerse del frío.

Satoru se sorprendió bastante cuando la menor abrió la puerta y le empujó dentro del local, con una expresión molesta.

— ¿Cómo puedes llevar solamente eso puesto? ¡Te vas a congelar! — regañó Miyuki, mientras que él solo reía.

Se le hizo extraño ese comportamiento ligeramente protector por parte de la fémina. Pensaba que, cuando terminara de hacer lo que estuviese haciendo, saldría y solo le llamaría loco por no llevar ropa de abrigo, como siempre había hecho cada vez que llevaba una ropa poco apropiada para el clima.

— Lo siento. No me dí cuenta — se defendió, divertido.

— ¡¿No te has dado cuenta de que está nevando?! — gruñó, y se fue a guardar los productos de limpieza — Te he dicho ya mil veces que con el frío es mucho más fácil que te contagies con algún resfriado o algo... — su voz le llegó amortiguada por las paredes, pero el varón intuyó que siguió refunfuñando el tiempo que le tomó acomodarlo todo.

𝓛𝓲𝓽𝓽𝓵𝓮 𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽 | Gojo Satoru |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora