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 – ¿Y tienes número de teléfono?

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– ¿Y tienes número de teléfono?

Aquel hombre ya la estaba incordiando demasiado. Estaba terminando de pagar sus compras cuando el hombre empezó ha coquetearla. Al principio solo bufó y puso la expresión más seria y borde que pudo, pero eso solo pareció alentar más al hombre, pues dejó lo que iba a comprar atrás para seguirla e intentar entablar una conversación con ella. Algunas personas simplemente no sabían cuando de verdad se estaban humillando ellos solos. Este hombre sería un ejemplo perfecto junto con Nakamura.

– Tienes un color de ojos muy bonitos — y ahí iba de nuevo —.

– Gracias, los heredé de mi padre — respondió borde —.

– A parte eres muy alta. No tendría dificultades para llegar a tu rostro como con otras chicas — ¿acaso ese hombre escuchaba sus respuestas? —

– Eso lo heredé de mi abuelo. Ya sabes, es un hombre grande y fuerte, que sabe como poner a la gente en su lugar.

– Y encima tienes carácter fuerte... Pareces sacada de... — Miyuki desconectó. No quería escucharlo más —

– ¡Miyuki! — el peliblanco al que estaba buscando se acercó a ella. Iba a saludarle como lo hacía normalmente, pero él le rodeó la cintura con su brazo, mientras dejaba que sus gafas de sol se deslizaran un poco para dejar ver sus ojos — ¿Qué es esto? ¡Pensaba que todas esas clases de violín habían significado algo para ti!

– ¿Eh? — ambos miraron confundido al más alto —

– Pero por lo que veo, ¡solo soy un juguete más para ti! ¡Me dijiste que de verdad me amabas! ¡¿Y ahora te encuentro con esto?! ¡Estos años siendo tu tutor no han significado nada para ti, ¿verdad?! — se alejó dramáticamente de ella, empezando a incomodar bastante al otro hombre — ¡Tú, amigo! ¡Vete, antes de que también juegue con tu corazón!

– ¿Pero qué dices, Gojo? — preguntó confusa —

– Yo... Mejor me voy yendo... — y el tercero se fue corriendo, dejando a los dos solos —

– Parece que ha funcionado — automáticamente volvió a adoptar su expresión infantil, sonriéndole divertido a la contraria —.

– ¿Pero qué te pasa? — dijo algo molesta, cruzándose de brazos —

– Te estaba coqueteando y me he puesto celoso — respondió con naturalidad, acercándose para abrazarla, pero ella lo rechazó alejándose —.

– ¿Era necesario eso? — su mirada amenazante indicaba claramente que estaba enfadada. Ambos se observaron durante unos segundos, completamente serios, antes de que el peliblanco se lanzó a ella para abrazarla — ¡Suéltame!

– ¡No seas cruel! ¡¿Qué habrá sido de todas nuestras experiencias en clase de violín?! — exclamó, pegándose como una lapa a ella —

– ¡Nunca fui a clases de violín contigo! — la castaña intentaba empujar su pecho para alejarle, pero era imposible. Finalmente suspiró y dejó de resistirse — No me vas a dejar hasta que te corresponda el abrazo, ¿verdad? — notó el efusivo asentimiento del mayor, y bufó antes de rodearle tímidamente con sus brazos, sintiendo como la vergüenza se apoderaba de ella — ¿Contento? Ya me puedes soltar.

𝓛𝓲𝓽𝓽𝓵𝓮 𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽 | Gojo Satoru |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora