- "Este ha sido el secreto que me has ocultado hasta a mi. Bien, lo comprendo, pero eso no quiere decir que me deje de doler"
☆ Jujutsu Kaisen no es de mi propiedad, le pertenece a Gege Akutami.
☆ La portada no es mía, créditos a su creador.
☆ Gojo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
___________________
Noviembre de 2018
El animal se revolvió un poco en sus brazos para mirar al invitado, y se quedó muy quieto, mirando fijamente al hombre, analizándolo. Ijichi se sintió sumamente avergonzado por la mirada de la mascota, pues era como si el gato también le juzgara. Cuando pareció terminar de examinarle, miró de nuevo a la de pelo caoba y maulló dos veces, como si estuviera diciendo "¿Dónde está el otro humano? Este no me dará comida".
— Voy ha darle su comida y empiezo a recoger. Ponte cómodo — dijo la menor mientras entraba a la cocina, seguida del felino que había soltado en el suelo.
El varón se adentró en el salón, aun sintiéndose algo incómodo, y se recolocó las gafas, desviando su mirada a una de las estanterías. Estaban bastante vacías a parte de algunos libros, una consola y unas cuantas fotos sueltas puestas en un montón, así que se detuvo a mirar estas últimas.
En la primera que vio la que parecía ser la dueña del piso unos años atrás, celebrando su cumpleaños.
La segunda era de ella con otra chica a la que se parecía, seguramente su hermana.
La tercera estaba ella, parecía que estaba dormida en una cama, y estaba recostada sobre el pecho desnudo de otra persona, al que solo se le podía ver la mitad inferior de la cara, pero se podía distinguir que era un hombre y que estaba sonriendo divertido por algo. Esa sonrisa le era demasiado familiar.
La cuarta estaba ella sola, con unos bambúes muy grandes de fondo. Estaba corriendo hacia la cámara, como si como si no quisiera que le echaran la foto, pero aun así sonreía.
En la quinta no aparecía ella, sino una figura a contra luz mientras que detrás resaltaba un bonito paisaje. Lo único que se podía distinguir de esa persona era su pelo blanco.
En la sexta Ijichi tuvo que contener un grito de sorpresa, pues en esa si que se podía distinguir con claridad al hombre que estaba con la fémina, abrazándola de la cintura, mientras que con la otra mano echaba la foto y aprovechaba para robarle un poco del helado de ella apoyando la cabeza en su hombro, a la vez la contraria solo reía.
La séptima los mostraba a ambos en lo que parecía la bolera, la octava vestidos mucho más formales, como si fueran a salir a una cita, echándose la foto delante del espejo.
La novena, la décima... Él resto mostraban a ambos parcial o totalmente, y siempre parecían felices a pesar de que en algunas de ellas la mujer tenía una expresión molesta o aburrida.
Soltó las fotos en su sitio cuando vio una mariposa negra revolotear en la puerta de la cocina, y cuando escuchó los pasos volver de la cocina, fingió que solo las miraba por encima, a pesar de que estaba sudando de los nervios.
— Perdón por tardar, la lata se resistió mucho.
— Bonitas fotos. — comentó de forma casual, alejándose de la estantería.
— No las eché yo. Ahora mismo no sé donde está la persona que las hizo — respondió.
— ¿Ese de ahí es tu...?
Oh Dios, Gojo si que la había liado.
___________________
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
