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GINNY SE HABÍA DESPERTADO POR ruidos de su alrededor

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GINNY SE HABÍA DESPERTADO POR ruidos de su alrededor. Sus amigos eran buenas personas, pero no sabían mantener silencio... Y la rubia no tenía el sueño pesado como el resto de los semidioses o su cohorte.
Oh, su cohorte... Seguramente pensaban que era una traidora, o quizás Kyle les había convencido de lo contrario.
Aunque era improbable. Quizás habían ofrecido a alguien más como centurión y se habían olvidado de ella.
P-pero eso no era lo importante.

Piper, Jason, Frank y Hazel estaban a cargo de las rondas y el barco. La última había sido muy explícita en querer dirigir el barco a donde le había indicado la diosa, pero el silencio no estaba incluido en sus rondas.

La rubia salió de su habitación mientras cepillaba su cabello, aunque lo dejó a medias al ver a Jason correr hacia el lugar donde dejaron a la Atenea Partenos. Le siguió para encontrar a Leo Valdez arriba de la estatua.

—¡Leo! —Jason le estaba sacudiendo el hombro—. Eh, tío, ¿qué haces abrazando a Niké?

Estaba aferrado a la diosa de la victoria cuál Ginna se aferraba a su almohada al dormir.
Él se desenredó y se incorporó, frotándose la cara.

—Nada —murmuró—. Sólo estábamos abrazados. ¿Qué pasa?

"Sip" pensó la rubia. "Evitó dormir y se fue a arrastrar alrededor de la Atenea Partenos de nuevo".

—Hemos atravesado las montañas —dijo Jason—. Casi hemos llegado a Bolonia. Deberían reunirse con nosotros en el comedor. Nico tiene nueva información.

—Nueva información —inspiró Ginevra—. ¿Será algo bueno?

Los semidioses se reunieron en el comedor. La rubia no podía dejar de observar los asientos vacíos en la mesa, y cuando desvió la mirada, las imágenes del Campamento Mestizo le hizo recordar su amado hogar. Iba a cumplir cinco años de haber llegado al campamento, pero no sabía si se añadiría una línea a su brazo.

—Bueno —dijo Jason—, ahora que estamos aquí...

Estaba sentado a la cabecera de la mesa, más bien por omisión. Desde que habían perdido a Annabeth, Jason había hecho todo lo posible por comportarse como el líder del grupo. Al haber sido pretor en el Campamento Júpiter, probablemente estaba acostumbrado a hacerlo, pero se notaba tenso. Y a pesar que la rubia trataba de ayudarlo con todo, simplemente no se sentía bien. Ninguno de los siete se sentía bien a decir verdad.

La rubia sintió la mirada de Leo sobre ella, y eso de alguna forma la puso nerviosa. ¿Qué sucedía? ¿Estaba demacrada nuevamente? Pero, ¿por qué le pondría eso nerviosa? Habían estado demasiadas semanas juntos como equipo para verse las peores caras. Claro que no debía estar nerviosa.
De todas formas, se cubrió parte de la cara con las manos. Aunque el sentimiento se le pasó demasiado rápido al ver que el chico estaba escaneando a todos sus amigos.
El único semidiós ausente era Piper, a la que le había tocado estar al timón con el entrenador Hedge.

PRESSURE - leo valdezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora