"Give it to your sister, it doesn't hurt
And see if she can handle every family burden
Watch as she buckles and bends but never breaks"
Ginevra Paris es una semidiosa con un don fatídico que noche tras noche la aplasta. Un día se embarca a una misió...
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GINNY SONRIÓ elevando su mano en forma de despedida al ver el sol ocultándose. Valdez llegó a su lado como si estuviera pateando una piedra. A pesar de lo que había vivido que le daba una pizca de madurez y melancolía, siempre existían pequeños dichos o actos en él que le recordaban a la rubia plenamente la pura personalidad que Leo tenía.
Ella trató de evitar sonreír pero no podía, de alguna forma se sentía ridícula, aunque no sabía por qué. Él suspiró mientras veía al horizonte. —¿Sucede algo? —preguntó Ginevra. Repentinamente se sentía nerviosa—. Pareciera como si estuvieras pensando en el sentido de la vida o alguna cosa así.
—Tengo algo que decirte... Quiero decir, no es como "tengo qué" pero siento que debo.
La rubia inspiró entrecortadamente. No sabía porqué su corazón latía tan rápido. ¿Qué sucedía con ella? Reyna llegó a su lado arreglando su armadura.
—Nico y yo estamos a punto de irnos. Ginn, no hagas tonterías, ¿si?
Tanto Leo como Ginna mantuvieron distancia desde el primer momento, pero ahora por algún motivo se sentía esa lejanía. Reyna veía al chico con una expresión seria, aunque la rubia sabía que no era de las buenas. ¿Acaso sucedía algo malo entre ellos?
—También te quiero, hermana —le sonrió abrazándola la rubia—. Cuídate mucho.
—Yo debería decirte eso... Ginevra, hablo enserio. Sé que siempre hablamos de ser romanos y luchar hasta morir pero--
—Hey... No estoy dispuesta a perder más en esta guerra —dijo Paris—. No perderé, sabes cuánto lo odio.
Ambas rieron nostálgicamente para luego alejarse un poco. —Saludaré a Octavian por ti.
—Sí, tengo un par de cosas que decirle a ese tonto, lo dejaré a tu imaginación. Ah, ¡y dale unos calmantes a Kyle! Nunca lo vi tan agitado...
Reyna la miró un momento para luego negar con una sonrisa. —Tú y tus visiones... Le mandaré tus saludos —dijo ella para luego mirar brevemente a Leo—. Estoy segura que se pondrá excepcionalmente feliz al saber de ti.
La morena se adelantó para reunirse con Nico y para cuando Ginny volteó, Valdez observaba el suelo. Ella siguió con la mirada lo que al chico parecía entretenerlo tantos segundos, pero no encontró nada para maravillarse.
—¿Todo está en orden? ¿Qué es lo que "no tenías" qué pero "sentías que debías" decirme?
—Puedo decirlo después, mejor vamos con los demás... Estoy seguro que si no controlamos al entrenador, tomará una ballesta y le apuntará a todo lo que se mueva— él comenzó a caminar tal y como lo había hecho Ávila un minuto atrás.
—Pero... Pero no me puedes dejar con la curiosidad —lo siguió ella.
