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GINEVRA SINTIÓ UN gran dolor en su cabeza al despertar, era como si todo diera vueltas, casi como si hubiera caído dentro de un tornado

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GINEVRA SINTIÓ UN gran dolor en su cabeza al despertar, era como si todo diera vueltas, casi como si hubiera caído dentro de un tornado. No sabía qué había sucedido desde los Juegos de Guerra. Sabía que iba ganando junto a Hazel, casi con una racha invicta. Estaban todos sus enemigos en en el suelo y de repente se volvió borroso... Su novio estaba de pie, sosteniendo la bandera del equipo contrario, tendiéndosela y asegurándole la victoria.
Quizás había sido un sueño en representación de lo que había sucedido en la guerra con Gaia... Pero todo parecía tan real.
No quería volver a ilusionarse por tonterías, porque sabía que era un sueño y imposible era que Leo estuviera...

—Hey nena...

—¿No tenías nada mejor que eso? —abrió los ojos, cansada. Miró a su alrededor y estaba en la enfermería del campamento.

—¿Esperabas que dijera algo bobo como: "Babeas cuando duermes" o--

Con un leve sonrojo dada la vergüenza de la expresión, Ginevra se incorporó.
—¿De verdad hago eso? Qué asco.

—Te veías linda. Creo que es la primera vez que te veo tan tranquila.

—Agradece que estoy recién despertando y me duele todo, porque me juré a mi misma que si te volvía a ver yo misma te mataría.

—Esa es la usual reacción que genero en las mujeres —sonrió él galante.

—Todavía no me creo que estés aquí...

—Pues empieza a creerlo —el moreno le tendió la mano.

—¿Puedes explicarme qué rayos sucedió?

—Me viste y te desmayaste —respondió Valdez—. Cualquiera habría reaccionado así, estoy que ardo.

—Sabes a lo que me refiero, grandísimo idiota.

—Auch, bueno... Ni yo mismo lo sé. Estaba muerto y después no. Fue como un abrir y cerrar de ojos, pero al despertar estaba volando con Festo en un lugar desconocido.

—Tú... ¿Por qué tardaste tanto?

—Tenía una promesa que cumplir...

—Valdez. ¿Tenías--? —inspiró con molestia pero trató de relajarse—. Disculpa por mi repentino egoísmo, pero también tenías una promesa conmigo...

—¡Y la cumplí, estoy aquí ahora!

La muchacha se levantó y comenzó a caminar fuera.
—¿A dónde vas?

PRESSURE - leo valdezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora