Capítulo 14.

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Killian tenía muchas cosas en las que pensar.

Despertó en la madrugada. Mucho antes de que el sol se alzara en el cielo. Cuando abrió sus ojos lo único que había a su alrededor era una profunda y sofocante oscuridad que le impidió ver más allá de aquello que tenía enfrente. Los ojos de Killian brillaban como dos esmeraldas brillantes a la luz de la luna. Parecía estar callado, pero sus pensamientos eran ruidosos. Estaba tratando de pensar en todo lo que había sucedido la noche anterior y por qué terminó en la cama junto a Drancour después de discutir.

Killian no era una persona irracional. Su vida había sido tan mala como para acostumbrarlo a pensar con frialdad antes de actuar. No era impulsivo casi nunca. Si, sabía lo hipócrita que parecía teniendo en cuenta que se había besuqueado de manera salvaje con un hombre al que agredió tanto física como verbalmente poco antes. Sin embargo no era su culpa. Killian no entendía cómo manejar sus emociones, así que recurría al único lenguaje que le era familiar: la agresividad. Su agresividad bien podía manifestarse en los besos.

Ahora que estaba tranquilo por el silencio a su alrededor, Killian pudo empezar a analizar sus pensamientos e ideas.

Seguía sin entender del todo por qué Drancour se había enojado, pero vagamente se hacía una idea. Entendía que quizás Drancour no quería ser correspondido parcialmente sino por completo. Eso era algo que Killian aún no estaba preparado para hacer. Y algo para lo que honestamente ni siquiera sabía si algún día estaría preparado.

Drancour se veía muy distinto cuando dormía. Killian se permitió a sí mismo observarlo y asimilar toda su apariencia como no pensó en hacerlo antes. Repasó su cabello, suave y a su vez rizado. Su nariz prominente. Sus pómulos marcados ligeramente. La afilada línea de su mandíbula. Esa pequeña cicatriz en su ceja, la cual parecía formar una media luna. El vello que cubría los costados de su cara, solo lo suficiente para no verse exagerado. Y sus labios…

Killian no podía negar que Drancour era atractivo. Tampoco podía negar que su cuerpo entero se estremecía cada vez que unían sus labios en un beso, sobre todo si era tan apasionado como el de la noche anterior. Parcialmente admitía que sentía atracción hacia Drancour.

El problema no era su atracción. No, eso podía admitirlo fácilmente. Decir que se sentía atraído a Drancour por su físico no implicaba nada más que un puro delete visual de los rasgos del Dios. Eso era muy fácil.

Lo difícil para Killian era reconocer la atracción emocional, esa que no le parecía lógica en absoluto. De por si el espectro de emociones era difícil, eso sin hablar del amor. Killian no conocía el amor. Para él eso era un concepto extraño que veía únicamente en las películas, libros o en Mitchell cada que conseguía un nuevo novio. Killian nunca recibió amor. En sus años más tempranos quizás sí lo sintió, de parte de su familia y su madre. Pero esos recuerdos estaban cubiertos por la tristeza que siguió después.

Killian podía imaginar cómo era. En su juventud, poco antes de la adolescencia, varias veces lo imaginó solo para regañarse a si mismo por perder el tiempo de manera tan tonta. El amor no ocurría para los Donceles. Eso se había dicho a sí mismo desde que era un adolescente.

Pero Drancour era un elemento totalmente distinto. Drancour llegó de la nada, abriendo la mente de Killian a la existencia de dioses y magia. Su pequeña y aburrida vida había cambiado mucho en el tiempo que llevaba conociendo a Drancour. Dejó de tomar supresores, se hizo amigo de Mitchell y conoció a otros Donceles sin insultarlos. Irónicamente la persona que más problemas tenía para aceptar era la que le había hecho reflexionar sobre sí mismo.

Killian seguía debatiéndose sus sentimientos cuando Drancour despertó.

Honestamente el doncel no estaba seguro de que Drancour durmiera en absoluto. Los dioses parecían estar alejados de actividades tan simples como dormir o usar el baño, así que no entendía por qué Drancour parecía hacer lo mismo que un humano común de vez en cuando.

La Ofrenda Del Dios Del Fuego (BxB) (Última Parte De La Saga Donceles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora