Capítulo 9

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Pov Yoongi

Apenas salí de su habitación me dirigí a la mía, me sentía satisfecho al fin.

Me recosté sobre la cama y dormí apenas la toqué.

Al día siguiente ni siquiera me molesté en bajar, estaba algo aburrido. Era aburrido aquí. Cuando al fin lo hice todos hablaban de la pobre y enferma Madai, según escuché no salía del cuarto por alguna infección que Marie ayuda a cuidar.

-A mi oficina. Ya- mierda

Lo seguí por el pasillo que daba al cuarto piso y tomé asiento apenas entramos, lo escuché azotar la puerta.

-¡¿En que mierda piensas haciendo algo así?!

-Gritar no es muy Namjoon de tu parte.

-No estoy para tus putas bromas. Esto no debía ser así.

-Fue un polvo ¿si?, no hay que hacer tanto drama

-Si te traje aquí fue para que recapacitaras no para que empeoraras más las cosas con ella. ¿Como mierda se te ocurre hacer algo así cuando aún está con el? ¿Sabes cómo se siente? No, pero yo si lo sé. Yo se como se siente justo ahora y me carcome.

-Qué mierda me importa eso. Y a todo esto, habla de una vez. Me tienes aquí pero no me dices que o porque, solo dices que necesitas mi ayuda pero no me dices el porque. Habla ya, odio sus acertijos.

-Debes estar con ella- reí -Pueden llegar a amarse.- me puse de pie para alejarme, es absurdo lo que dice.

-Me voy en tres días.

-Yoongi

-Nada Namjoon, si tanto quieres que sea feliz bien te la puedes quedar tú o dejarla con Choi, me acosté con ella. Eso quería nada más.

-Eres un idiota, sabes que ella puede hacerte feliz

Salí del lugar sin mirar atrás. Volví al área de las habitaciones y no espere que apenas me adentrara al pasillo una maraña de pelo rojo se abalanzara sobre mi.

Golpeó mi rostro repetidas veces

-¡Aléjate de ella! ¡Deja de confundirla!- trató de golpearme nuevamente pero SeokJin se interpuso entre ambos.

-¿Que pasa? ¿Que hiciste Min?

-¿Porque tendría yo que haber hecho algo?- dije y cuando miró mi rostro lo supo.

-Marie, no puedes ponerte así por algo que dos adultos quisieron hacer.

-El la confunde. Tardamos 3 años sanándola. Tres años construyendo algo que él arruinó. No puede venir ahora a arruinarlo todo. Ahora que tiene a alguien que la ama apareces a arruinarla, apenas te largues ella se quedará sola porque esto destruirá su relación con Minho.

-Largo de aquí Min. Hablaré con mi mujer.

Me fui de ahí dejándolos a ambos, habían comenzado a discutir. Luego escuché gemidos, irónico. Así hablan ellos.

Mi cuarto no era una opción ahora, así que decidí ir al patio trasero por algo de paz.

Miré por la ventana y ella me miraba a lo lejos. Parecía demacrada, al verla recordé que debía alimentarme.

Me alejé y dirigí a la playa para hacerlo, debía ir en la lancha.

Estaba incómodo de algún modo.

Pov Madai

Toques en mi puerta se escucharon.

Estaba cansada, así que le pedí pasar. Hace rato lo había visto irse de la isla y me sentí mal por la fría mirada que me dio.

-¿Como sigues preciosa?

-Minho- lágrimas del deslizaron por mis ojos.

-No llores ¿te sientes tan mal?

-Lo siento Minho. Yo .. yo no. Te engañé, yo me confundí. El me confunde me hace desearlo y luego.

-¿Quien Madai? ¿Seokjin?

-Yoongi el y yo.- negué repetidas veces -Estuvimos juntos y.. y

-¿Lo amas?

-Si. No. No lo sé. No se que es verdad y que no.

-Y supongo que esa enfermedad tuya es solo culpa.- lo vi reír -Sabes. Te perdono, no debemos terminar por esto.

-No entiendes. Nos acostamos- pronuncié con toda la vergüenza que me quedaba.

-Lo se. Pero Princesa, eso no tiene porque separarnos

-Yo no...

-Lo amas- dijo burlón. -Me inventé todo este teatro de amor bonito para que al fin cayeras.- me tomó del cuello y jadeé de dolor -Ideé un plan solo para ti, para  nosotros. Y ahora resulta que lo amas a él. Al idiota que te trata como perra. ¿Crees que no noté las miradas que le das?- apretó más fuerte -Pero aún así no pensé que serías tan puta como para acostarte con él. ¿Te gusta lo rudo? ¿Es eso? ¿Ser sometida?- como pude me zafé de su agarre pero él se interponía contra la puerta. -Debes volver a casa Princesa

-¿Quien te mandó?

-¿Aún no lo notas?- volvió a reír -Tu madre

-Eso no es posible, Madre no se relaciona con vampiros.

-¿Soy alucinación tuya acaso?- suspiró con enojo antes de tomarme nuevamente. -¿Sabes la energía que utilizo todo el tiempo por tu culpa? Por que tu madre no quería que te llevara a la fuerza. ¿Sabes porque nadie preguntó sobre mi don?- bufó para sí mismo. -Es el encanto, manípulo incluso mis pensamientos para que crean lo que quiero que vean, pero por alguna razón no funciona con Ninfas. Así que a ti debía conquistarte, y mantener mi fachada con el mestizo. Tú y yo, nos iremos de aquí antes de que regrese la pelirroja.

-No iré a ningún lado contigo

-Es que no entiendes, si no vienes por las buenas. Lo harás por las malas.

Empujó mi cuerpo contra las ventanas de cristal, mientras caía logré verlo saltar de igual forma y un insoportable dolor atravesó mi cuerpo cuando caí.

No podía moverme por el dolor, mi pierna dolía. Uno de mis brazos también. Me colocó sobre su hombro sin nada de delicadezas.

-Si no me pagaran tanto por esto incluso te mataría. ¿Sabes? Tu madre fue quien me quitó los colmillos. Se supone que sería una especie de guardián para ti. Así que cuando decidiste escapar y no llegar a a tu misión también lo hice. Con mi don me acerqué a los Choi y acabaron tratándome de hijo. ¿Quien pensaría que al visitar a mi amigo encontraría a la princesa al fin?- saltó a un árbol conmigo a rastras.

El dolor era aún más fuerte a medida que pasaban los minutos, pero cuando volvió a tierra patalee hasta que caí al suelo, tomé una piedra y golpeé su cabeza.

Corrí con ganas, pero solo había agua. Habíamos llegado a la playa.

-Solo provocas tu muerte princesa- dijo aún aturdido por el golpe. -Puedo matarte y nadie lo sabrá. Ven aquí- me había comenzado a adentrar al agua. No sabía nadar pero cualquier cosa era mejor que el. -Me divertiré con tu cuerpo antes de matarte o quizás después- lo ví tornar una risa que nunca había visto en él y me giré para tratar de correr y alejarme.

Cuando mis pies no tocaron más el suelo lo sentí agarrar mi cabello y sumergirme. No podía respirar, no hacía más que tragar agua.

Moría.








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