Capítulo 5

197 50 30
                                    


Escuchaba las voces a lo lejos mientras me removían. Habíamos acabado en un bar, uno al cual hicieron abrir solo para nosotras, estaba consciente. Solo no mucho.

No quería irme, estaba cómoda donde estaba. Luego noté que era el piso y me levanté.

Veía a ¿Jungkook?

Marie me tendió un café, -Sabía que era mala idea- dijo negando, el pelinegro regañaba a la pelinegra y esta solo reía. Estaba muy borracha.

Luego vi aparecer en el lugar a Minho, lo traía Hoseok, el último se acercó a Jessica cual disfrutaba de la música bailando sin nada de cohibiciones, se le unió. Yo regrese a mi café.

-Es raro no ver a SeokJin- dije antes de que acabara de llegar a nosotras mi ahora novio.

-Ya está aquí, vino con Jungkook, está molesto afuera.

-Lo siento

-No es tu culpa, no está molesto por la salida. Es porque me llamó para coger y me negué- ambas reímos.

-Hola preciosa.

-Hola

-La dejo a tu cargo, voy a ayudar al señor enojón- dijo para salir del establecimiento.

-Llévense la lancha- tendió Jess las llaves y Minho las atrapó, notamos a Jungkook tomar a Jenn en brazos y desaparecer del lugar.

-Es lindo esto, es lindo que vengan por mi porque estoy borracha, es decir. Ya no estoy borracha, pero aún estoy mareada y se siente lindo.

-Te pones muy linda cuando estás mareada- dijo este

Cuando el frío de la ahora noche me golpeó el rostro tuve un traspié, este me sostuvo.

-Te tengo

-Me tienes- reí por lo dicho.

Acabó llevándome hasta el puerto cargada cuando mis pies no pudieron más.

-¿Se compraron una tienda?- dijo al ver el montón de bolsas en la lancha, cosa que me hizo reír por lo alto.

Habíamos llegado al castillo, me encaminó a la puerta y luego de ayudarme a subir las escaleras me abrazó.

-Bajaré por las cosas y las dejaré en el Salon

-Gracias novio

-Eres tan hermosa

-Lo soy, y tu eres perfecto para mi- este se acercó un poco más a mi y posó al fin sus labios sobre los míos.

El beso era lindo, lento y sin prisas. Con cariño. -Ve a dormir preciosa- asentí como pude, y caminé hasta el oscuro pasillo que daba a mi habitación.

Mi andar era lento, me sentía flotar. Alcancé a llegar a mi puerta pero antes de abrirla noté una sombra a un lado.

-¿Que haces aquí?

-Ohh, me tuteas y todo. ¿Ya no seré más tu amo?- suspiré exasperada y traté de abrir, su mano sobre la mi me lo impidió.

-¿Que haces aquí?

-Ayudo a mi amigo.

-¿En mi cuarto?

-Ahh ¿esto?, no. Solo quiero saber porque juegas a la pareja feliz con el bobo ese.

-¡No lo llames así!

-¿Como? ¿Bobo?, es que lo es. Mira que despedirte al final de la escalera cuando llevas ese corto vestido que con solo abrirte de piernas te tendría gimiendo, es de bobos, de idiotas también- acercó su boca a mi oído y sus palabras no debieron causar lo que hicieron en mi.

No debieron hacerme  humedecer así.

-El único idiota aquí eres tú- me zafé de su agarre y giré para encararlo, me había molestado.

-¿Lo sabe?- me miraba curioso -¿Sabe que me abriste las piernas apenas me viste?- tomó aire notablemente cerca de mi rostro. -¿Sabe lo caliente que te pones no solo mirarme?- sentí sus manos acariciar mis piernas hasta perderlas bajo mi falda.

Las posó sobre mi trasero y gemí sin poder evitarlo. -¿Ves esto?- uno de sus dedos fue a mi intimidad y la delineó -Solo por mi te pones así.

-¡¿Que es lo que quieres?! ¿Porque atormentarme de nuevo? Me quitaste mis dones, me arrebataste todo y aún me persigues cual predador a su presa.

-Por esto Florecita- volvió a posar ambas manos en mi trasero -¿No lo extrañas?- una de sus manos fue a nuestra unión y me hizo sostener su hombría. -¿No lo quieres dentro de ti haciéndote gritar?- alejé mis manos pero su cuerpo se apegó tan rápido al mío que acabé sosteniéndome de sus hombros.

Sus manos volvieron a mi trasero pero esta vez lo sentí deslizar mi prenda íntima hacia abajo para abarcar mis nalgas entre sus manos, las apretó y gemí por lo alto.

-¿Lo quieres?- se frotó contra mí mientras mis temblorosas piernas se abrían buscando sosiego. -¿Me quieres dentro de ti?- estaba mareada, el me mareaba.

Mis manos fueron a la cinturilla de su pantalón para bajarlo, era como si mi cuerpo se moviera solo.

Lo sentí gruñir contra la piel de mi cuello y luego alejarse de mi cuerpo, abrió la puerta de mi cuarto y me hizo ir dentro para luego cerrarla y dejarme sola en la oscuridad de este.

-¿Que haces aquí?- era Namjoon

-Exploro el castillo- lo escuche responder con voz cansada.

-¿Exploras? Justo frente a esta puerta.

-Es linda- dijo entre risas.

-Vamos a mi despacho- sentenció severo.

Se escucharon pasos en el pasillo y luego las voces a lo lejos.

Hasta entonces respiré con la normalidad que mi bochorno me permitía.

No solo lo había deseado, me había dejado tocar, no lo había alejado y peor aún. Lo hacía tocado yo.

Esto está mal, muy mal.

Minho no merece esto.


Se mareó dice ella y tuvo que abrir las piernas y casi le baja el pantalón 😒, si se desmaya lo monta 🤭


.

DominioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora