Capítulo 14. Para amar se necesita coraje.

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En el atraco. (Banco de España)

-¡BANDERA BLANCA! ¡BANDERA BLANCA! -Empezó a decir Viena mientras salía al exterior del Banco.

Los camiones de la Policía Nacional se pararon al ver que salía alguien del interior del Banco. Viena se quedó a una distancia prudencial de ellos. Estaba muy nerviosa. Daba igual donde mirara, había personas apuntándola.

-Viena, ¿qué carajo estás haciendo ahí fuera? -Le dijo Palermo por la radio totalmente enfadado y nervioso. -Vení aquí, ahora mismo. -Ordenó.

Pero Viena no obedeció. En su lugar, se quitó el auricular de la oreja de forma brusca. Ante eso, algunos policías se tensaron pensando que podría ser un truco y apuntaron hacia el pecho de la atracadora. Viena veía como varias luces verdes adornaban su mono rojo. "Ya está", pensaba. "Este va a ser mi final", se decía para sí misma.

Pasados unos segundos, que fueron eternos para Viena, ninguna de las dos partes hacía ningún movimiento. Entonces Viena, levantó el brazo donde llevaba las cajas para mostrar lo que llevaba con ella. Pero durante un par de minutos no hubo ningún tipo de respuesta. La atracadora no entendía nada y varias preguntas le invadían su mente: ¿No sabrán qué significan estas cajas rojas? ¿Estarán esperando a que me confíe y me dispararán? ¿Me estarán preparando una trampa?

Finalmente, los policías empezaron a retroceder. Viena sonrío. Lo había conseguido. Tiró las cajas al suelo y poco a poco fue retrocediendo sin perder de vista a la policía hasta que llegó a la puerta y volvió al interior del Banco.


********

En la carpa se encontraban todos los policías preparados para la intervención. Tamayo y sus compañeros veían triunfadores como los convoys de la Policía Nacional se estaban acercando. El Coronel Tamayo daba por hecho que esto se solucionaría en cuestión de minutos: Ya había conseguido descubrir que los tenían pinchados, ahora solamente era entrar y acabar con los atracadores.

-¡Coronel, coronel! -Dijo uno de los policías.

-¿Qué pasa?- Preguntó Tamayo.

-Alguien sale del Banco. -Contestó el mismo policía.

Rápidamente se acercó a una de las pantallas. Efectivamente, una chica con varias cajas estaba saliendo del interior del Banco con un pañuelo blanco, símbolo de tregua. El Coronel se quedó varios segundos mirando la pantalla.

-Un momento... -Empezó a decir el Coronel poniéndose más nervioso. -Esa chica es...

-Es Libertad Marquina, alias Viena. -Respondió el inspector Rubio interrumpiendo al Coronel.

Tamayo empezó a ponerse muy nervioso. No podía ser. Esa chica no podía estar viva.

-¿CÓMO COJONES PUDO SOBREVIVIR? -Preguntó totalmente fuera de sí. -QUE VENGA AHORA MISMO SIERRA. NECESITO UNA EXPLICACIÓN.

-Coronel. -Dijo el inspector Rubio. -Fíjese en las cajas que lleva. -Le pidió.

Tamayo intentó tranquilizarse y se volvió a fijar en la pantalla. Su falsa tranquilidad solamente la pudo controlar unos segundos.

-No puede ser, no puede ser... -Empezó a decir el Coronel nervioso. -Son los Secretos de Estado. HAN ENTRADO EN LA CÁMARA.

-Señor, tengo el objetivo a tiro. Permiso para disparar. -Le dijo uno de los francotiradores a través de la radio.

-NO. NO DISPAREN. ABORTAMOS MISIÓN. -Ordenó Tamayo.

Y en ese momento el Coronel se dio cuenta que este atraco no iba a ser nada fácil.

VIENA | LA CASA DE PAPEL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora