3 años antes de la hora cero. (Frontera marítima de Portugal).
-Señores, doscientas millas náuticas. Acabamos de entrar en aguas internacionales. – Dijo el Profesor emocionado.
En ese momento la tensión se transformó en gritos de alegría.
- ¡Si que sí! - Gritó Nairobi.
- ¡Somos ricos! - Gritó Helsinki.
Nairobi y Tokio abrieron botellas de champagne. Denver besaba a Mónica Gaztambide. Helsinki abrazaba al Profesor. Todos saltaban y celebraban la libertad. Todos excepto una persona. En un lateral del barco se encontraba Viena, con la mirada perdida mirando al mar, sintiendo que no tenía nada que celebrar.
Nairobi se acercó hasta ella y le dio un abrazo.
-Viena, ven a celebrarlo.
-Gracias Nairobi, pero no tengo fuerzas para eso. -Respondió triste Viena.
-Cariño. -Dijo Nairobi.-Ya sé que dentro de la Fábrica hemos perdido a personas muy importantes. Pero tienes que seguir adelante, ¿sí? -Le dio un beso en la mejilla. -Ellos no querrían verte así.
-Lo sé, Nai. -Dijo Viena.- Simplemente necesito tiempo para digerir todo lo que ha pasado. Vete a seguir celebrándolo con los demás. Yo estoy bien de verdad. -Lanzándole una sonrisa triste.
Nairobi se alejó de Viena y siguió bebiendo champán con los demás hasta que dos palmadas rompieron el ambiente de celebración.
-Acabad el champán que hay conceptos que fijar. -Dijo el Profesor.
-Profesor... -Dijo Denver.
-Vamos. – Dijo el Profesor.
-Ahora que tenemos mil millonacos, ¿vamos a ponernos a dar clase? -Se quejó Denver.
Todos obedecieron y fueron bajando al interior del barco. El Profesor se acercó a Viena y le puso una mano en la espalda.
- ¿Vamos? - Dijo el Profesor.
Viena levantó la mirada, miró al Profesor y sin decir nada fue en dirección al interior del barco donde todos los demás los estaban esperando.
-Hemos conseguido escapar, pero ahora viene lo más difícil: mantenerse vivo. -Dijo el Profesor agarrando unas carpetas rojas y dando una a cada uno. -No quiero que las abráis ahora, hacedlo cuando estéis solos. -Continuó.
-¿Qué es? -Preguntó Nairobi.
-Los destinos seguros, hay uno para cada pareja. -Contestó el Profesor. -Entiendo que Helsinki y tu vais juntos.
-¡Pues venga!- Dijo Nairobi riendo y mirando a Helsinki.
-Estaréis seguros, protegidos y vigilados. -Dijo el Profesor. -Y la capacidad de la Interpol será muy débil. -Continuó.
-¿Y esos números? -Dijo Rio señalando la pizarra.
-Son números de teléfono -Contestó el Profesor. –Cada uno corresponde a un continente. Un continente donde podríais estar cuando necesitéis ayuda. En caso de máxima urgencia, llamáis al número que corresponda y os pondréis en contacto con vuestro transportador. Los transportadores son células durmientes que os harán llegar hasta mí de forma segura. Asi que memorizadlos ahora.
Después de un rato en el que todos estuvieron intentando memorizar los números, poco a poco los diferentes integrantes de la banda salieron de la habitación. Excepto Viena.
El Profesor se acercó a ella y antes de que pudiera decir algo, Viena habló.
-Sé perfectamente lo que pone en esta carpeta, pero te aviso que no pienso ir a este lugar. No tiene sentido ahora que no está él.
-Lo entiendo. -Contestó el Profesor. -Por eso quería ofrecerte que te vinieras conmigo. Tú eres lo único que me queda. Ya he perdido a un hermano, no quiero perder a mi hermana. -Terminó diciendo con una leve sonrisa.
-Lo siento, pero no puedo ir contigo. -Contestó seriamente Viena.
El Profesor se sorprendió ante esa respuesta.
-Como has visto, Europa no está en la pizarra porque está prohibido ir allí. -Contestó algo molesto. - Lo digo por si estás pensando en ir a busc...
-No, Sergio. -Interrumpió Viena. -No voy a ir a buscar a nadie. Necesito estar un tiempo sola, sin nadie al lado que me recuerde todo lo que ha sucedido.
El Profesor se quitó las gafas y se frotó los ojos con cierta frustración, intentado controlar la situación.
-No puedes estar sola. Es por tu seguridad y por la de todos. -Dijo muy seriamente.
-No te estoy pidiendo permiso. -Contestó Viena. -Simplemente te estoy avisando de lo que voy a hacer. En cuanto lleguemos a puerto, me bajaré del barco y me iré.
- ¿Y se puede saber a dónde vas a ir? -Preguntó el Profesor enfadado.
-Burundi.
- ¿Burundi? - Preguntó extrañado.
-Sí, no tiene convenio de extradición con España. Es uno de los países más pobres del mundo y con un alto índice de mortalidad por diversas enfermedades. Yo estudié medicina y soy médico. Allí puedo ser útil. -Contestó Viena.
- ¿Ahora quieres ser médico? -Dijo el Profesor con una risa sarcástica. - ¿A qué estas jugando? Un día atracadora, otro día médico... Esto no es un juego. Vas a poner tu vida en riesgo y la de todos nosotros como te descubran, por un simple capricho. -Terminó diciendo muy enfadado.
Viena levantó la mirada y miró fijamente al Profesor.
-Eres mi hermano mayor pero no soy una niña a la que puedas regañar y castigar, Sergio. Y mucho menos tomar decisiones por mí. - Contestó enfadada Viena. – Y no, no quiero ser médico. Nunca lo quise ser. Y esto no es ningún capricho. Necesito alejarme de todo esto y ahora mismo es la única forma que encuentro para poder hacerlo, ¿entiendes? -Terminó diciendo aguantando las ganas de llorar.
El profesor al escuchar decir eso le dio un abrazo y los dos comenzaron a llorar.
-No es justo. Todo esto no tenía que acabar así. -Dijo Viena llorando.
-Tranquila. -Dijo el Profesor intentando calmarla y dándole un beso en la frente. -Prométeme que en cuanto estés en un lugar seguro, te pondrás en contacto conmigo y me informarás de donde estas.
-Te lo prometo. -Dijo Viena limpiándose las lágrimas. -Además, esto no es una despedida para siempre. Nos vamos a volver a ver. No te vas a librar de mí tan fácilmente. -Terminó diciéndole con una leve sonrisa.
El Profesor le devolvió la sonrisa. -Te quiero mucho, Libertad. -Terminó diciendo.
-Yo también te quiero Sergio. Cuídate. Nos veremos pronto. -Se despidió Viena.
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VIENA | LA CASA DE PAPEL |
FanficViena, hija y hermana de atracadores, ha participado en el mayor atraco de la historia. Sin embargo, para ella no tuvo un final feliz y acabó totalmente destrozada. Años después, se ve obligada a participar en un atraco mayor que hará que se reencue...