VIENA | LA CASA DE PAPEL |

Capítulo 20. Operación.

En el atraco (Banco de España)

Viena, Helsinki y Bogotá llevaban la camilla donde pusieron a Nairobi en dirección a la biblioteca. Nairobi se encontraba en un estado de seminconsciencia. Cuando llegaron, empezaron a preparar a la paciente para la operación con la ayuda de Río y Estocolmo que estaban esperándolos.

-Pulso 155 y subiendo. -Dijo Estocolmo.

-Vale, necesitamos dos unidades de sangre y suero. -Pidió Viena.

Entonces Estocolmo y Rio se pusieron a colocarle las vías a Nairobi para poder suministrarle la sangre y el suero. Segundos después, Bogotá y Helsinki movieron a Nairobi colocándola de lado para que Viena pudiera comprobar, con la ayuda de un ecógrafo, donde se encontraba la bala.

-Está detrás de la séptima costilla. -Dijo Viena. Tras una breve pausa volvió a hablar. -Está en la parte baja del pulmón. Eso es bueno.

Y entonces Nairobi dejo de respirar.

-Nairobi no puede respirar. -Alerto Helsinki.

-Se está ahogando, se está ahogando. -Insistió Tokio.

-Hay que hacer un neumotórax. -Ordenó Viena.

En ese momento, Bogotá y Helsinki volvieron a colocar a Nairobi boca arriba. Rápidamente Viena, clavó un pequeño punzón quirúrgico en el esternón de Nairobi consiguiendo que pudiera volver a respirar.

-Ya está. -Contestó Viena, intentando relajarse.

-Teneis que sacarme de aquí. -Pidió Nairobi llorando. -Prefiero vivir en la cárcel. No me quiero morir aquí.

-No te vas a morir, Nai. -Contestó Viena.

Pero Nairobi no hizo caso. -Tokio. Llamad a la policía, por favor.

Todos estaban paralizados. No sabía qué hacer ni qué decir. Entonces Viena volvió a hablar:

-Nai, no vamos a llamar a nadie. -Hizo una breve pausa. -Y no te vas a morir, y tampoco vas a vivir en la cárcel. Te lo prometo. -Entonces se dirigió a los demás. -Vestíos para la intervención.

Los demás compañeros asintieron. Todos se colocaron los correspondientes trajes y estaban preparando la intervención. Entonces apareció Palermo acompañado del Gobernador.

-El Gobernador ha estudiado tres cursos de medicina en el ejército. Va a colaborar con la intervención. -Dijo el atracador al mando.

-No terminé los estudios. -Empezó a explicar el Gobernador. -Ni ejercí lógicamente, pero guardo algunas nociones.

-Póngase la ropa de quirófano. -Ordenó Palermo.

Palermo se quedó mirando a Viena. Se la veía nerviosa y un poco sobrepasada por la situación.

-Río. -Habló Viena. -¿Cómo va la conexión con el cirujano?

-Estoy intentando contactar con él. Pero me tienen que dar acceso. -Explicó Río.

-Bogotá, anestésico. -Ordenó Palermo. -Nairobi, vamos a dormirte.

-Tú no me vas a dormir. -Se quejó Nairobi. - Tokio, diles que es mi vida. Decido yo.

-Precisamente porque es tu vida, te vamos a operar aquí. -Respondió muy seria Viena. -Confía en mí.

-Moscú confío en ti. -Respondió Nairobi. -¿Y cómo acabó Moscú?

Viena se sorprendió ante ese ataque de Nairobi. En el fondo entendía el miedo que podía tener su amiga, pero no se esperaba que la hiciera tanto daño.