En el atraco (Banco de España)
Palermo y Viena iban recorriendo el Banco para poder encontrarse finalmente con los demás compañeros en el despacho del Gobernador. Durante ese trayecto no paraban de mirarse y de sonreír. Después de mucho tiempo, era la primera vez que ambos estaban felices. De pronto, Palermo atrae a Viena hacia él y la empieza a besar.
-Martin, nos están esperando. -Dijo Viena tras el beso.
-Lo sé, pero no puedo resistirme. -Contestó Palermo para seguir besándola.
-Martin, para. -Pidió Viena sonriendo. -No quiero que se enfade Lisboa.
-¿Le dirás a tu hermano lo nuestro? -Preguntó Palermo.
-Ahora mismo no creo que sea el mejor momento. -Dijo Viena.
-Oh, vamos Lib. No me digas que vas a hacer otra vez lo mismo que cuando estudiaste medicina. -Se quejó Palermo.
-No es eso, Martín. -Contestó Viena. -Claro que quiero contarle que estamos juntos -Sonrió y le besó. -Pero tenemos que centrarnos en sacar el oro.
-Está bien. -Dijo Palermo volviéndola a besar. -De todas formas, seguro que la chismosa de Manila ya habrá contado lo que vio.
Viena se separó de Palermo. -Martín, ¿y Helsinki? -Preguntó.
-Lib, sabés que yo te amo a vos. -Contestó muy serio Palermo.
-Lo sé. -Respondió Viena. -Pero tú y él estabais juntos, ¿no? -Cuestionó Viena.
-Bueno... no creo que a eso se le pueda llamar relación. -Explicó Palermo ligeramente nervioso.
-Tienes que hablar con él. -Pidió Viena.
-Lib... -Empezó a hablar Palermo.
-Lib nada, Martin. -Interrumpió Viena. -Habla con él. No quiero que sufra por nuestra culpa.
-Está bien. -Cedió finalmente Palermo.
Viena se volvió a acercar y le besó. Palermo respondió el beso con mucha más intensidad, agarrándola de la cintura y acercándola más a él. No quería que acabara. Tras unos segundos, Viena se separó.
-Martin, vámonos al despacho. -Dijo Viena. -Nos van a matar si tardamos más tiempo.
-Bueno... está bien. -Dijo Palermo tomándole de la mano.
Ambos siguieron andando y después de varios minutos finalmente llegaron al despacho. En él se encontraron con Manila, Tokio, Denver, Río y Lisboa.
-Ya estamos aquí. -Dijo Viena al entrar.
Viena se percató de las miradas que le lanzaban sus compañeros. Las miradas de Tokio y Manila eran relativamente juguetonas. Estaba claro que en cuanto pudieran, obligarían a Viena a contar todo. Denver y Rio en cambio miraban a Palermo. No podían entender como Viena había acabado con él. Y, finalmente, Lisboa lanzaba una mirada que mostraba incertidumbre, pero también alegría. Lisboa, gracias al Profesor, siempre supo de la relación tan estrecha que habían tenido Palermo y Viena, aunque tampoco se esperaba que llegaran a terminar juntos.
-¿Qué pasa? -Preguntó Palermo. -¿Para qué nos llamaron?
-Hay que comenzar a extraer el oro. -Dijo Lisboa muy seria.
-¿Qué? -Preguntó Palermo extrañado.
-Faltan 31 toneladas. -Completó Tokio. -El plan era fundirlas.
-Mi entrada aquí lo ha cambiado todo. -Explicó Lisboa. -He hablado con el Profesor, y a partir de ahora la prioridad es extraer.
-¿Cuánto tiempo tenemos? -Preguntó Palermo.
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VIENA | LA CASA DE PAPEL |
FanfictionViena, hija y hermana de atracadores, ha participado en el mayor atraco de la historia. Sin embargo, para ella no tuvo un final feliz y acabó totalmente destrozada. Años después, se ve obligada a participar en un atraco mayor que hará que se reencue...