Capítulo 50. Marliban.

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¡Aviso! Si los diálogos están en cursiva, significa que los personajes están hablando en Kurundi.

20 días después del atraco (Bujumbura, Burundi)

Después de 48 horas viajando y dos vuelos diferentes, Martín y Libertad estaban a punto de aterrizar en Burundi. Martín se sentía agotado tras el largo viaje. Sin embargo, Libertad estaba más emocionada que nunca. No paraba de mirar por la ventanilla del avión. Se sentía nerviosa por volver a ver a sus compañeros del hospital. De pronto, dieron el aviso de que era necesario que los pasajeros se abrocharan el cinturón debido a que se iba a aterrizar.

-¡Por fin llegamos! -Comentó Martín después de abrocharse el cinturón.

-Gracias por aceptar acompañarme. -Respondió Libertad. -Me hace mucha ilusión estar aquí contigo.

-No se nota la verdad. -Bromeó el atracador.

-Te va a encantar. -Contestó Libertad para después darle un beso.

Segundos después, los pasajeros sintieron un leve golpe. Eso significaba que por fin habían llegado. Rápidamente la pareja agarró sus mochilas con algo de ropa y bajaron del avión, siguiendo a los demás pasajeros.

-Estamos en Marliban, entonces. -Dijo feliz Martín al pisar suelo burundés.

-No, cariño. -Contestó su novia. -Estamos en Bujumbura. Todavía nos queda hacer un pequeño viajecito hasta llegar a Marliban.

-¿No me digas que aún nos queda un tercer avión? -Preguntó asustado Martin.

-Creo que no va a ser necesario. -Bromeó Libertad para después empezar a caminar por el aeropuerto.

Martín empezó a seguirla, pero en poco tiempo descubrió que no estaban siguiendo el camino que llevaban todos los demás pasajeros.

-Lib, creo que nos estamos perdiendo. -Comentó el atracador.

-No, tranquilo. -Respondió su novia. -Sé a dónde voy.

-¿Cómo vamos a ir a Marliban? -Preguntó entonces Martin.

-Eso es lo que estoy intentando resolver. -Respondió Libertad sin dejar de andar.

-Pero... -Empezó a decir Martín ligeramente indignado.

Libertad se paró, miró a su pareja, y le dio un beso consiguiendo que él no siguiera hablando. -Confía en mí. -Dijo finalmente. -Sé lo que estoy haciendo.

Después de eso, Libertad le tomó la mano y ambos siguieron andando por todo el aeropuerto llegando a la zona del transporte de mercancías. Martín estaba muy extrañado ante eso. No era normal que los pasajeros pudieran entrar tan libremente en esas zonas. Sin embargo, veía a su novia muy convencida. Tras varios minutos, llegaron a una zona donde las diferentes mercancías de los aviones se iban distribuyendo a diferentes camiones y camionetas.

Ambos atracadores se pasearon por los diferentes vehículos hasta que Libertad por fin encontró lo que buscaba. Rápidamente se acercó a la camioneta, seguida de su novio. Pero antes de llegar a ella vio como el chico que estaba cargando varias cajas se para frente a ellos apuntándolos con una escopeta. Martín se puso muy nervioso y rápidamente levantó las manos. Sin embargo, la atracadora se quedó mirando al chico con cierta sonrisa.

-Damu, ¿así das la bienvenida a los viejos amigos? -Dijo finalmente la doctora en kurundi.

El chico estuvo durante unos segundos observando fijamente a la pareja sin bajar el arma. Concretamente se quedó mirando a Libertad.

VIENA | LA CASA DE PAPEL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora