En el atraco. (Banco de España)
Viena seguía en el suelo. Todavía le temblaba todo el cuerpo. Intentaba relajarse antes de poder levantarse, pero empezó a escuchar unos pasos acercándose a ella. Segundos después notó como alguien la agarraba de los brazos y tiraba de ella para levantarla. Era Palermo. Y se le notaba muy enfadado.
Viena se quitó finalmente el pañuelo que le cubría la cara y empezó a hablar: -Palermo, yo...
Pero Palermo le tapó la boca con una mano para que no siguiera hablando. Después se giró y con la mirada ordenó a Denver y a Helsinki que llevaran a los rehenes a la biblioteca. Cuando el atracador al mando se aseguró que estaban solos, retiró la mano permitiendo que Viena pudiera hablar.
-Palermo... -Empezó a decir Viena.
-¿Así que vos sos la profesional aquí, no? -Le interrumpió Palermo.
Viena quedó en silencio, no sabía que responder.
-Decime una cosa... En el anterior atraco, ¿también incumpliste las normas y estuviste cerca de quedarte fuera de la Fábrica? -Insistió Palermo.
-Palermo, había un hombr... -Intentó justificarse Viena.
-¿Te das cuenta que si te quedas fuera nos habrías puesto en peligro a todos? -Le preguntó Palermo.
Pero Viena ya no iba a permitir que no la dejara hablar. -El primero que has incumplido las normas eres tú. -Empezó acusar. -Te recuerdo que yo tenía que haber ido en el segundo camión, pero por tus caprichos, se cambió el plan...
-No era ningún capricho. Quiero protegerte, como me pidió Andrés. -Dijo Palermo.
-No metas a mi hermano en esto. -Dijo Viena muy seria. - Y yo no necesito la protección de nadie.
-¿Segura? -Preguntó Palermo con cierto tono burlón.
-Sí. -Contestó secamente Viena. - Y precisamente por tu cambio de opinión para "protegerme", yo me tuve que quedar en la entrada controlando que la gente saliera del banco. Y un señor tropezó, se desplomó al suelo y tuve que ir a socorrerle.
-Ah, se me olvidaba. Que también sos médico y tenés que cumplir el juramento hipocrático. -Empezó a decir con tono burlón. -Pero, ¿sabés qué pasa? QUE ME CHUPA UN HUEVO TUS JURAMENTOS... AQUÍ SOS ATRACADORA. Y ESTÁS BAJO MI MANDO. No voy a permitir que vuelvas a incumplir mis órdenes, ¿Está claro? -Amenazó Palermo.
Ambos se quedaron mirándose de manera desafiante. Tras unos segundos, Viena finalmente habló: -A sus órdenes, capitán. -Haciendo el saludo militar y sonriendo de forma burlona.
Palermo se enfadó aún más, pero antes de que pudiera decir algo, Viena habló: -Creo que su público le espera, señor.
Ante eso, Palermo no contestó y empezó a andar hacia la biblioteca acompañado de Viena. Durante el trayecto ninguno de los dos habló. Al llegar a la sala donde estaban todos los rehenes, ambos atracadores subieron las escaleras. Viena se puso en un lateral al lado de Helsinki, dejándole el protagonismo al atracador al mando.
-Aquí estaréis seguros. -Empezó a decir Palermo volviendo a imitar el acento español. - Entre literatos y poetas no hay nada que temer. Tranquilos. -Tras una breve pausa, siguió hablando: -Levantad las manos.
Ante eso, los rehenes quedaron totalmente extrañados y no sabían qué hacer. Viena ante eso soltó un suspiró de frustración. "Ya está con sus estúpidos jueguecitos", pensó.
-Vamos, así como en un atraco. -Dijo Palermo levantando los brazos. Entonces todos los rehenes obedecieron la orden. -Vaamos... -Dijo animando Palermo animando a que lo hicieran rápido.
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VIENA | LA CASA DE PAPEL |
FanficViena, hija y hermana de atracadores, ha participado en el mayor atraco de la historia. Sin embargo, para ella no tuvo un final feliz y acabó totalmente destrozada. Años después, se ve obligada a participar en un atraco mayor que hará que se reencue...