Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
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Ahí se encontraba él, su cabello despeinado se movía cada vez que corría, siempre que tenía el balón en su poder, hacia ágiles movimientos para despistar a los jugadores contrarios y poder pasar el balón, sus mejillas estaban sonrojadas debido al calor del momento y por su frente se apreciaban gotas de sudor.
El silbato del entrenador se hizo escuchar ruidosamente, así indicando que el entrenamiento había finalizado. El menor observaba con una sonrisa en su rostro cada uno de los movimientos de aquel castaño, aquel chico de mirada carmín, se acercó a su novia, está le extendió una pequeña toalla y una botella de agua simple.
Sintió mucha envidia por esa chica de cabello rubio, él quería ocupar el lugar de Lana, incluso, se sentía molesto, hace dos días se había enterado que Luzu había tenido una discusión con su novia, había creído que ambos terminarían su relación y el menor tendrían una oportunidad con el castaño, pero se desilusionó demasiado cuando su hermanastro le había dicho que tal ruptura, no existía y que Luzu y Lana arreglarian sus problemas.
Y así fue, el azabache con gorrito azul marino, desvío la mirada cuando vio que la chica se acercó a los labios de su chico para besarlos, sintió asco y apretó los puños para intentar calmar sus impulsos.
–¿Otra vez espiando a Vlogs? –preguntó el de mechón rubio.
El chico de ojos marrones observó a ese chico de ojos oscuros y sólo hizo una mueca de disgusto debido a su presencia.
–Tú haces lo mismo... –respondió serio.
–La diferencia entre lo que tú haces y lo que yo hago.... Es muy diferente –sonrió de forma arrogante– Luzu me considera su amigo y tú... Solo eres el hermanastro de Vegetta.
El menor soltó un gruñido y tomó su mochila mientras que al mismo tiempo, se levantaba de aquellas gradas en las que se encontraba sentado.
–Adiós, niño... –agitó suavemente su mano y el menor frunció el ceño.
El azabache murmuraba cosas poco entendibles para oídos de cualquiera. Caminó por los pasillos de la escuela, intentando llegar lo más antes posible salir de aquel instituto y llegar a casa. Se sentía molesto con Auron y celoso de Lana.
–Quackity... –lo llamó el chico de ojos verdes brillantes.
El chico detuvo sus pasos y se giró levemente sobre sus talones para mirar al tipo de piel oscura.
–Hola Staxx –sonrió levemente.
–¿Estás bien? –preguntó mientras se acercaba al menor.
El de ojos marrones soltó un suspiro y negó haciendo ligeros movimientos de cabeza. El chico de ojos verdes arqueó una ceja y pasó su brazo por encima de los hombros del menor, así continuando tranquilamente con su caminata.
