Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
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Vlogs se escontraba corriendo hacia su habitación, no quería que su perro llamado calamardo, atacará a su nuevo invitado, cerró la puerta con fuerza, soltando un suspiro mientras se deslizaba por la madera hasta que su trasero se encontró con el suelo.
Unos maullidos desesperados se hicieron audibles en su habitación y eso provocó qué su perro comenzará a rasguñar la puerta, tendría problemas por eso.
–Perdoname –se disculpó un tanto agitado y suavizó su agarre en el pequeño animalito.
El castaño dejó al pequeño gatito en el suelo, éste no tardó en alejarse del chico para explorar el terreno donde se encontraba, Luzu sonrió enternecido y segundos después, sacó su teléfono del bolsillo de su sudadera.
–Hola, Willy... ¿Estas ocupado? Necesito de tu ayuda –sonrió cansado.
–Estoy con Vegetta pero puedo inventarle algo e ir a tu casa... ¿Pasa algo? –preguntó confundido.
–Tengo un problema sobre perros y gatos –soltó una pequeña risita.
–Te dije que no era buena idea...
–Aja... Obviamente no tenía intenciones de hacerte caso –levantó la mirada y se asustó al no visualizar a su gatito.
–Llegaré en unos minutos.
–Más vale que lo digas en serio –dijo mientras caminaba de rodillas buscando al animalito.
Un "mishu" era pronunciado por el castaño una y otra vez, mientras buscaba al pequeño gatito, hasta que qué lo encontró hasta el fondo por debajo de su cama.
–¿Qué haces ahí? Sal ahora mismo –el gatito comenzó a lamerse su pequeña patita– Te digo que te salgas –frunció el ceño pero el gatito seguía ignorandolo.
El de mirada carmín se levantó y luego se quedó mirando el suelo, esperando a que el gatito decidiera salir de su escondite pero eso no pasó, hizo un puchero con los labios para después comenzar a caminar hacia la puerta de su habitación, al abrirla, inmediatamente fue derribado por su perro y soltó un quejido de dolor al caer al suelo.
Y fue entonces, que el gatito se dignó a salirse de su escondite, Luzu no lo pensó ni un segundo y se abalanzó hacia el gatito para protegerlo con su cuerpo, pero se golpeó la frente con su mesita de noche.
–WILLIIIIIII –gritó mientras escuchaba los maullidos del gatito y su perro le olfateaba todo el cuerpo.
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