Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
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El humo escapó de sus rosados labios y luego en estos se formó una amplia sonrisa.
-¿Por qué no me siento, criko? -preguntó extrañado- me estafaste, cabron -reclamó con una fingida indignación.
-No te pedí nada a cambio, niño -puso los ojos en blanco con una sonrisa burlona en su rostro- el efecto no aparece de inmediato, dale otra calada andale.
-No lo hagas -ordenó el menor.
Pero no obedeció, el chico de gorrito le dio otra calada a aquel porro y luego volvió a expulsar el humo de su boca, así sucedió un par de veces, ambos chicos se pasaban el porro entre ellos, hasta que llegó un chico de cabello blanco un tanto... Ebrio, otra vez.
-Quackity -se acercó al mencionado y besó de forma ruda la frente del azabache- No te había visto desde hace un buen rato -miró el porro que el menor traía en sus manos y se lo arrebato- el mejor ambiente está por acá eh -le dio una calada al porro.
-Me viste cuando llegué, no exageres -sonrió divertido.
-Lely ¿Tú no quieres? -ofreció el de cabello pálido.
-No, gracias -forzó una pequeña sonrisa.
-Está bien -sonrió y le dio otra calada para luego expulsar el humo de su boca- Está buenísima.
-¿Viste a Lusu? -preguntó el de ojos marrones.
-Ahh -balbuceó el de ojos verdes- la última vez que lo vi... -le dio un trago a su botella de cerveza- Estaba platicando con Vegetta y con Willy -hizo una mueca y le dio otro trago a su bebida.
Quackity asintió pero, extrañamente comenzaba a sentir calor, y no lograba entender el porqué, era una noche fresca, se encontraba con aquellos tres amigos suyos en el jardín y su ropa no era tan abrigadora, solo traía unos pantalones negros, una playera negra y una sudadera abierta color azul pastel.
-Ven, Quackity, esa canción está increíble -tomó los hombros del menor y lo llevó a la casa para poder escuchar mejor la canción.
-Le avisaré a Vegetta del estado de Quackity -dijo el menor de cabello negro.
-No, espera, esto se pondrá interesante -comentó el de cabello castaño con una gran sonrisa en el rostro.
-No dejaré que el niño pierda la dignidad -dijo decidido y caminó hacia el interior de la casa.
-¿El niño? ¡Tiene tu edad, Lely! -dijo el castaño mientras intentaba alcanzar a su novio.
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