Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Estás consciente de lo que hiciste? -preguntó enfadado.
El menor dibujó una arrogante sonrisa en su rostro- Si, y no me arrepiento de nada.
-¿TIENES IDEA DE LO QUE HICISTE? -cuestionó mientras se acercaba a su primogénito.
-Si... -se humedeció los labios- ¡Acabo de destruir tu puta publicidad! -gritó mientras conservaba su sonrisa.
Pero aquella sonrisa tan arrogante no le duró por mucho tiempo, pues la palma de la mano derecha de su padre se impactó contra su mejilla, haciendo que ésta tomará un color rosado por la cachetada.
-Eres un niño malcriado y necesito ponerte límites -suavizó sus facciones- está prohibido el auto y con ello las salidas a cualquier lado a excepción del colegio, tu computadora, televisión, teléfono y videojuegos están prohibidos hasta nuevo aviso.
-Por tu culpa terminé con mi novio! Con Wilbur! -se limpió las lágrimas de una manera tan brusca- Ese chico lo es todo para mí y por tu culpa terminé con él! Creeme que me importa una mierda tu castigo -volvió a limpiarse las lágrimas- Quitame lo que quieras, me da igual.
-Terminaste con el hijo mayor de Sam porque te gusta llevarme la contraria -frunció el ceño- Eres un mocoso rebelde que se creé mejor que todos, mejor que yo.
El menor dibujó una sonrisa engreída en sus rostro- Quizás creas que no soy mejor que tú, pero lo soy.
Se dió media vuelta y rápidamente salió de aquella oficina, mordiendo su labio inferior y con lágrimas recorriendo sus mejillas, le dolía el corazón, sentía un vacío en su pecho y la culpa le estaba remordiendo la consciencia.
Lo que hizo no estuvo bien... Pero al menos no había dejado una mala reputación al chico que tanto le gustaba en ese entonces.
El castaño se encontraba sentado sobre el barandal de piedra que había en ese balcón, escuchando atento la historia de su ex novio, mientras éste se encontraba jugando con sus dedos y recargado sobre el barandal, concentrado en su propia historia, quería contarle todo a ese chico que hace más de un año le gustaba tanto.
Quería un consejo y Wilbur era experto escuchando a los demás.
-Vaya chico tan... ¿Problematico? -soltó un risita- No sé si esa sería la descripción perfecta para tu nuevo novio, Q -sonrió levemente.
-No es mi novio -dijo en voz baja.
-Pues... Por lo que me has contado, creo que está haciendo muy buenos méritos para aceptar una oportunidad -miró al azabache- No entiendo porque no se la das si tanto te gusta y tú le gustas a él.
-¿No me escuchaste? -preguntó frunciendo el ceño- El pendejo le ha sido infiel a todas sus parejas, le ha sido infiel a mi hermanastro... No puedo darle una oportunidad si lo mismo me ocurrirá a mí.
