Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
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Estaba enojado, celoso y un tanto triste, amaba ver la sonrisa de Quackity, pero odiaba que el extranjero de piel oscura fuera la razón de esa sonrisa, se sentía molesto de ver como el francés se atrevía a pasar su brazo por encima de los hombros de SU chico, le desanimaba ver como el mexicano no hacía nada para alejarse, ni siquiera se veía disgustado con aquella cercanía.
-Reacciona -dijo el azabache mientras despeinaba el cabello castaño de su mejor amigo- ¿Qué ocurre contigo? Te he visto muy distraído....
-El partido del sábado me tiene un tanto preocupado -desvió la mirada con intención de continuar observando al mexicano, pero este ya no se encontraba dentro de su campo visual.
-Tranquilo... Eres un excelente jugador -palmeó suavemente el hombro de su mejor amigo.
El castaño asintió- Si... Solo estoy exagerando de más -soltó una pequeña risita.
-Exacto -metió sus manos a los bolsillos de su pantalón- Acompáñame a la cafetería, tengo la boca seca.
-Puedes decirle a Willy que te la refresque -dijo divertido.
-Asqueroso -hizo una mueca de desagrado.
Mientras tanto con el mexicano, este se encontraba en la cafetería de su colegio en compañía de su buen amigo francés, quien se estaba comiendo una dona de chocolate y le había invitado un jugo al menor.
-Tengo que hablar contigo, Shadoune -dijo el de ojos marrones un tanto nervioso.
-¿Qué ocurre? -preguntó antes de darle una mordida a su dona de chocolate.
-Me halaga el hecho de que yo te guste, normalmente los extranjeros aman las cosas exóticas y da la casualidad que yo soy mexicano, vaya que soy muy exótico -comenzó a balbucear.
-¿Aja...? -El de piel oscura no entendía a donde quería llegar el menor.
-Rubius me dijo que tenía que aclarar esto contigo porque no era justo para ti ni para mí -soltó un suspiro.
-Te escucho -sonrió sin mostrar los dientes y procedió a darle otra mordida a su dona.
-Me gusta Luzu, Shadoune -declaró con firmeza.
Ambos chicos se miraron por unos breves segundos hasta que el francés se tragó su bocado.
-Ya lo sé -admitió en un tono tranquilo.
El mexicano cambió su expresión seria a una de sorpresa, estuvo a punto de decir algo pero el de ojos grises se le adelantó.
-He notado el como lo miras, el como te comportas cuando él está presente, el como tú voz se vuelve un poco más aguda y alegre cuando le hablas -le dio otra mordida a su dona- he visto como te distraes cuando te percatas de que él está en el mismo lugar que tú y no dejas de mirarlo hasta que lo pierdes de vista, he visto el como te molesta que otros se acerquen a él... Te he notado, Quackity -dijo mientras se cubría la boca con su puño.