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Ya le habrías dado esa oportunidad si tan solo te dieras cuenta del cómo él te mira

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Ya le habrías dado esa oportunidad si tan solo te dieras cuenta del cómo él te mira.

El azabache terminaba de arreglarse mientras que el novio de su hermanastro lo ayudaba a meter su maleta en el auto, tal y como había propuesto el ojivioleta, él y Willy lo irían a dejar al aeropuerto de camino a la escuela.

El menor se giró para observar al gatito que se encontraba acostado sobre una de las almohadas de la cama, sonrió enternecido y se acercó al animalito para después tomarlo entre sus brazos.

No puedo llevarte conmigo... –murmuró mientras escuchaba los maullidos del gatito.

Se quedó callado unos segundos hasta que el suspiro que soltó, dió a entender que había tomado una decisión dentro de sus pensamientos, salió de su habitación para digirirse a la habitación de su hermanastro, al estar frente a frente, se mordió el labio inferior para agarrar valor y con una mano dió ligeros golpecitos en la puerta, mientras que con la otra, sostenía con cuidado al gatito que su chico le había regalado la noche anterior.

Segundos después la puerta se abrió, dejando a la vista a un azabache de ojos amatista.

Ya voy, Quackity –sonrió amigable– Solamente estaba acomodando mis cuadernos.

–Quiero pedirte un favor, Samuel... –habló el menor mientras se adentraba a la habitación.

Dime... –dijo mientras tomaba algunas libretas y las acomodaba dentro de su mochila.

¿Podrías cuidar a Tiger? –preguntó mientras observaba como el gatito intentaba llegar a su hombro.

El ojivioleta miró un tanto confundido a su hermanito y después de unos cortos segundos en silencio, se decidió a decir algo.

¿Por qué yo? –preguntó confundido.

El mexicano se encogió de hombros– Eres el único que puede y... –se escuchó un maullido del gatito cuando el chico lo bajó de su hombro– Debo admitir que eres muy responsable para... Para todo, sé que cuidarás bien de mi gatito hasta que yo regrese –dijo mientras acariciaba al animalito qué seguía maullando sin cansancio alguno.

El amante del morado sonrió levemente y asintió mientras agarraba su mochila.

Vamos, niño, se nos hará tarde –dijo con una sonrisa y ambos salieron de la habitacion.

Este viaje era el pretexto perfecto para poder aclarar sus pensamientos, para poder tomar una decisión respecto a Luzu.

¿𝑃𝑜𝑟 𝑄𝑢𝑒́ 𝑌𝑜 𝑁𝑜? ༒︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎ت︎༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora