Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El castaño revisaba el bloc de notas de su teléfono, había apuntado algunas cosas que necesitaba para que su plan estuviera perfecto, no quería fallos, aún si Quackity lo rechazaba, al menos quería que el azabache se quedara con la idea de que se había esforzado.
–¿Tulipanes? –preguntó confundido– ¿No prefieres las rosas? –cuestionó el de cabello blanco.
–A Quackity le gustan los tulipanes –dijo mientras observaba su teléfono.
–¿Cómo sabes? –preguntó extrañado.
–Tuve que pagarle a Spreen para que me contara más cosas sobre Quackity... –se levantó del sofá y luego guardó su teléfono en el bolsillo delantero de su pantalón– Tengo que ir a mi terapia, ¿puedes conseguir eso? –preguntó con una sonrisa amigable en el rostro.
El albino asintió con suavidad– Claro... No te preocupes por eso.
–Muchas gracias, Willy –sonrió alegre.
Ambos chicos salieron de la casa donde vivía el castaño, se despidieron con un movimiento de mano y cada uno se adentró a su vehículo, para después, ir por diferentes caminos.
Mañana regresaría Quackity y Luzu no podía estar más feliz por eso.
Al fin daría comienzo a su última opción y el resto dependería de Quackity.
Quien ya había tomado una decisión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El mexicano se encontraba en su extensa habitación, asegurándose de que no se le olvidaba nada, alguna prenda o algún artefacto que haya traído. Pero todo parecía que no olvidaba nada y solo estaba nervioso de volver a su país después de su platica con Wilbur... Le daba mucha pena que aquel castaño, aquel que una vez amó con todo su corazón, se vaya a casar con alguien que no ama y que su padre le prohíba estar con aquel chico que mencionó.
Él también estaría muy molesto si su padre le hiciera algo parecido, pero afortunadamente... Su madre tenía la custodia, Richard no podía hacer ese tipo de cosas sin autorización de la madre del menor.