Quackity está muy interesado en el mejor amigo de su hermanastro, incluso, le ha llegado a coquetear.
Pero aquel chico siempre ignora sus coqueteos o se ríe de ellos tomándolo como broma.
¿Por qué parece que todos están en su contra? ¿Por qué no pue...
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El ojivioleta miraba los edificios pasar a través de la ventana del auto, sus ánimos para divertirse esa noche estaban por los suelos pero su mejor amigo lo había obligado, si quería distraerse, sacar a su novio de la cabeza pero... Lo extrañaba, y eso lo estaba lastimando tanto.
–Ya verás que la pasaremos muy bien, Vege –habló el castaño, quien seguía atento a su camino.
El azabache lo miró unos segundos de reojo para luego seguir observando el camino, no quería hablar, no quería hacer nada, solo quería seguir en su cama probablemente llorando mientras escucha canciones con las que puede identificarse o ver una película romántica para ver el como su vida ha estado lejos de ser una película como esas.
Después de algunos minutos en silencio, el carro del hijo del director se detuvo en un parque, el ojivioleta salió de sus pensamientos cuando escuchó la puerta del auto cerrarse, observó el como su mejor amigo rodeaba el carro hasta llegar a su puerta y abrirla.
Luzio Vlogs, tan caballeroso como siempre...
–Yo podía hacerlo –dijo el azabache en un tono serio mientras salía del auto.
–¿Y por qué no lo hiciste? –preguntó con una sonrisa burlona.
El de mirada carmín cerró la puerta, poniendo el seguro de manera rápida y luego tomando la muñeca derecha de su mejor amigo para empezar a guiarlo hacia un lugar en específico en aquel parque. Aquel parque tenía muchos árboles, una zona de juegos para niños muy colorida y divertida, una gran fuente con algunas bancas a su alrededor, una gran zona donde solo había césped y algunos árboles.
Samuel detuvo sus pasos cuando visualizó a un chico alto de cabello blanco y boina verde, sentado junto a la fuente que continuaba ejerciendo con su labor.
–¿Luzu? –llamó el azabache un tanto confundido.
–Te dije que nos la íbamos a pasar bien... –los rubíes se encontraron con los violetas– Pero jamás te dije que estaríamos juntos, Samuel –sonrió levemente.
–¿Qué? –aún continuaba muy confundido con toda la situación.
–Yo... Tengo otras cosas que hacer esta noche –se humedecio los labios– Y tú tienes que arreglar tus problemas con Willy.
–Pero yo le dije... –fue interrumpido.
–No importa que le hayas dicho, Vege –dio unas suaves palmadas en el hombro ajeno– Él te ama y quiere arreglar lo que pasó –tomó el mentón del azabache y lo obligó a mirar al de cabello blanco– Al igual que tú quieres arreglarlo y seguir con su relación –una linda sonrisa se dibujó en su rostro.
–¿Es por eso que andabas tan misterioso todo el día? –cuestionó con una pequeña sonrisa.
–Si... En parte –se encogió de hombros– Ahora ve –soltó al azabache– y habla con tu novio.
